Historia

La Protesta de Jarao

por
publicado en
http://www.vanguardia.cu Luis Machado Ordetx

La Protesta de Jarao, también conocida como Protesta de Hornos de Cal, es una acción de rechazo al vergonzoso Pacto del Zanjón.

El Apóstol de la Independencia de Cuba expresó sobre la misma: "El hombre de Hornos de Cal no tiene igual entre los que protestan de la paz (hace referencia a Maceo y Cisneros Betancourt). Con menos recursos que Maceo, menos prestigio, menos ascendiente, persistió, por más tiempo, en el gesto supremo y no arrojó nunca un ápice de sombra sobre aquella página que no cede ni ante la hazaña estupenda de Baraguá".

Casi desconocido por sus compatriotas en la actualidad, ese hombre, patriota, héroe y mártir de la independencia de Cuba fue el General de División José Ramón Leocadio Bonachea Hernández.

Perseveró en la lucha armada durante 14 meses después del Pacto del Zanjón, el cual fue firmado el 10 de febrero de 1878. Bonachea rechazó el Pacto.

Alcanzó el grado de Teniente Coronel y Coronel en ese tiempo. Operó durante esos meses en las regiones de Remedios, Santic Spíritus, Trinidad, Morón y Ciego de Ávila con apenas 100 hombres. Libró combates en Morón, El Rubio, Ciego Potrero, Vereda del Caballo, el potrero La Ceiba.

El 10 de noviembre de 1878 el Comité Revolucionario Cubano, bajo el mando del Mayor General Calixto García, le confiere el grado de General de Brigada, lo recibió mucho más tarde, pues el General Maestre interceptaba la correspondencia (¿?).

Después de haber sido sorprendido por el enemigo en un sitio entre Cabaiguán y Nazareno y haber sufrido grandes pérdidas, se encontró en una situación insostenible, por lo que a instancia de los patriotas en el exilio decidió abandonar el país.

El 15 de abril de 1879 redactó un manifiesto donde afirmaba que abandonaba las armas sin acogerse a ningún pacto. Esta acción pasó a la historia como la Protesta de Hornos de Cal o Protesta de Jarao, lugar donde se llevó a cabo, a 22 km al sudeste de Sancti Spíritus. Lo único que aceptó de España fue que le proporcionará el medio para marchar hacia Jamaica, lo cual hizo ese mismo día por Tunas de Zaza, junto con sus principales seguidores.

Tal parece que el destino le quería preservar, al hacerlo fracasar en múltiples intentos de retornar a Cuba para continuar la lucha, pero como dicen las estrellas marcan, pero determina la acción del hombre. Intentó llegar a Cuba durante la Guerra Chiquita (29 agosto de 1879 – septiembre de 1880), pero no logró. Calixto García no pudo recogerlo en Jamaica en la expedición de la goleta Hattie Haskel.

El 29 de noviembre de 1884 junto a 14 patriotas zarpa en la Goleta El Roncador, con el propósito de desembarcar en las costas cubanas, en lugar entre Júcaro y el Río Jatibonico; sin embargo, arribaron el 2 de diciembre de 1884 frente a Las Coloradas, en la zona de Niquero, Oriente. Mientras buscaban un lugar para desembarcar fueron sorprendidos por un barco español, de los que se encontraban en su búsqueda. Ante la eminencia de ser capturado, lanzó sus pertrechos y armamentos al mar, para que no cayeran en las manos del enemigo.

Hecho prisionero el 3 de diciembre de 1884, un consejo de guerra español lo condenó a muerte por fusilamiento junto a cuatro de sus compañeros de armas. Fue ejecutado en el Castillo del Morro de Santiago de Cuba el 7 de marzo de 1885.

Allí concluyeron sus días, aquel que participó en la organización y levantamiento de Las Clavellinas el 4 de noviembre de 1868, con tan solo 19 años de edad. Recibió el grado de Teniente, en reconocimiento por su trabajo y por su actitud durante el ataque a Guáimaro y en el combate de Ceja de Bonilla (28 de noviembre de 1868) bajo el mando de Augusto Arango.

Bajo las órdenes del General de Brigada Ángel del Castillo combatió en Sabana Nueva el 20 de junio de 1869 y Pitajones el 13 de agosto de 1869. Tuvo una actuación destacada en el ataque a Puerto Príncipe el 20 de julio de 1869 y en el combate de Minas de Juan Rodríguez del 1 de enero de 1870, dirigidos por los generales Ignacio Agramonte y Thomas Jordan, respectivamente. En 1873 tomó parte en varias acciones en la provincia de Las Villas.

Integrado a las tropas del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz en el Camagüey fue uno de los 35 intrépidos que participó en el rescate del Brigadier Julio Sanguily (8 de octubre de 1871).

Elegido por el Generalísimo Máximo Gómez, para formar parte de la columna invasora a Occidente, participó en múltiples combates, entre ellos Naranjo – Mojacasabe (10 de febrero de 1874), Las Guásimas (15 – 19 de marzo de 1884), Camaguán (5 de enero 1875), Chambas (en la misma fecha), Marroquín (26 de enero de 1875), Jatibonico (4 de febrero de 1875), Ciego de Ávila (fecha no establecida, se dice el 4 de febrero de 1885, pero la distancia geográfica, unos 45 kilómetros, hace que ponga en duda la misma).

En el año 1886 intervino en las acciones combativas de Ciego de Ávila (29 de abril) y de Morón (20 de julio), Nuevas de Jobosí (18 de noviembre). En este último estuvo bajo el mando del Mayor General Carlos Rolof

Notas:

José Ramón Leocadio Bonachea Hernández encarna el espíritu de resistencia de los cubanos ante la adversidad.

Fuentes:

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