Naturaleza

Odioso Egipcio en Cuba

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James Gathany, Public domain, via Wikimedia Commons

¿Sabías, amigo, que en Cuba vive un egipcio muy odioso? No uno sino millones. Seguramente lo sabes, si se trata del Aedes aegypti, el indeseable mosquito, sobre el que te narrara el tocororocubano.com en el día de hoy.

Desde los inicios de la colonización española de Cuba, penetraron a nuestro territorio enfermedades epidémicas como fueron la viruela, que registró los primeros casos en 1520, y la fiebre amarilla se registró en 1649. Desde entonces fueron una problemática epidemiológica que frenó el desarrollo económico y social del país.

El científico cubano Dr. Carlos Juan Finlay Barrés, como representante del gobierno colonial ante la Conferencia Sanitaria Internacional, en la ciudad de Washington DC, el 18 de febrero de 1881, presentó su descubrimiento, al cual llegó después de 15 años de estudios, donde planteaba de que existía un agente intermediario de la infección de la fiebre amarilla, identificando a la hembra del Aedes aegypti como el agente trasmisor de la enfermedad.

Por más de 20 años el descubrimiento del eminente cubano fue olvidado, pero durante la ocupación norteamericana, a proposición del propio Carlos J. Finlay, el médico militar William Crawford Gorga, jefe de sanidad de las autoridades de ocupación, creó la Comisión Cubana de la Fiebre Amarilla, la cual siguió las indicaciones del médico lugareño y en solo siete meses se controló la enfermedad, únicamente atacando al vector transmisor y aislando a los enfermos. La historia que le sigue es el despojo de la propiedad intelectual al cubano, faceta de colonialismo científico, que resaltaremos en otra ocasión.

La hembra del Aedes aegypti es el transmisor de la fiebre amarilla, del dengue, la artritis epidémica chikunguña, la fiebre de Zika, el virus Mayaro y quién sabe de cuáles otras, aún no descubiertas. La Organización Mundial para la Salud (OMS) estima que este mosquito causa unos 50 millones de infecciones y unos 25 000 decesos anuales. Para evitar sus picaduras se recomienda el uso de repelentes que contengan N.N-dietilmetatolumaida (DEET). Combatir el vector destruyendo sus hábitats como son aguas estancadas en macetas, neumáticos desechados, sumideros, recipientes abandonados y otros donde se pueda concentrar agua, aislar lugares con mosquiteros y redes metálicas o de nilón.

En Cuba se emplea ampliamente las fumigaciones de zonas, calles, barrios y casas, con el noble objetivo de mantener bajo control la población de estos insectos. Pero considero, que el método no es ecológicamente beneficioso, pues afecta a otras especies, muchas de ellas polinizadores como las abejas, avispas y mariposas, eliminándolas de los ecosistemas.

Además, los componentes de la mezcla que se utiliza para esas fumigaciones son el 10 - 15% de DDT y el resto de queroseno, los cuales pueden causar daños muy graves a la salud de mamíferos como gatos, caballos, vacas y al propio ser humano.

Para combatir este vector es necesario más sostenibilidad en las acciones y mayores recursos materiales y financieros, los cuales escasean en el país bajo un férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE. UU.

Una de las enfermedades con mayor influencia en Cuba en estos momentos es el dengue, que como hemos planteado, el vector transmisor es la hembra del Aedes aegypti.

Por primera vez, se reportó en Cuba el dengue en 1782 en la comarca de Remedios, aunque se conoce de registro de enfermos con sintomatología similar a esta enfermedad desde 1674. También registraron brotes de la enfermedad en 1827, 1848, 1849 y 1897, que coincidieron con epidemias en toda la región latinoamericana del hemisferio occidental.

En el siglo pasado, un brote se registró en 1944 en la Ciudad de La Habana. Cuba realizó una gran campaña antivectorial entre el 28 de septiembre de 1977 y febreros de 1979, evitando que al menos el 50% de la población cubana se infestara con esta enfermedad, pues en ese tiempo apareció en nuestra patria el llamado dengue clásico (serotipo 1), con el saldo de 447 440 casos.

En 1981, fue introducido por agentes de la CIA, la variante hemorrágica (serotipo 2) de este flagelo, lo que se convirtió en uno de los problemas más acuciantes para la salud de las personas en el siglo pasado, registrándose 344 203 casos, 10 312 de ellos muy graves y el fallecimiento de 158 personas entre ellos 101 niños.

En 1997 reaparece el dengue en Cuba, las campañas antivector ha permitido mantener reducir el impacto social y económico desde entonces hasta hoy, pero la enfermedad ha adquirido la calidad endémica, produciéndose brotes al menos en los años 2000, 2001, 2002 y 2006.

El vector o agente trasmisor de esta y otras enfermedades como hemos visto es el Aedes aegypti, el cual puede picar en cualquier momento del día, pero suelen actuar con más intensidad al amanecer y al atardecer, siendo de hábitos diurnos más que nocturnos. Su actividad disminuye a temperaturas de 17 grados centígrados y desaparece casi por completo en temperaturas más frías.

Es originario de África, pero ha invadido todas las zonas tropicales y subtropicales del planeta, compartiendo el hábitat o desplazando a otras especies de mosquitos, como es el caso del Aedes albopictus.

Para combatirlos se ha apelado a las modificaciones genéticas, que limitan la reproducción y con ellos el riesgo de trasmisión de enfermedades, con una efectividad de 90% en las poblaciones locales donde se han introducido los ejemplares modificados, pues limitan la reproducción de los descendientes.

La secuencia genética del Aedes aegypti incluye 1380 pares de bases y unos 15 419 genes codificadores de proteínas. Su secuenciación indica que la especie diverge de Drosophila melanogaster (la mosca común de la fruta) desde hace cerca de 250 millones de años, y de Anopheles gambiae desde hace 150 millones de años.
Sus marcas blancas son un distintivo de la especie, aunque sus diferencias en comparación con otros mosquitos pueden ser ligeras.

Se le conoce como zancudo de patas blancas, mosquito del dengue, mosquito momia, mosquito de la fiebre amarilla, pero su nombre científico Aedes aegypti, procede a su vez del griego aēdēs, que en español significa, literalmente, "el que es molesto, desagradable, odioso, indeseable" y del latín aegypti "que proviene de Egipto".

Su metamorfosis tiene cuatro fases de desarrollo:

Huevo: la hembra deposita alrededor de 400 huevos en paredes de recipientes con agua, los cuales se adhieren a las mismas, pueden estar solos o agrupados e incluso sobrevivir hasta 8 meses sin presencia de agua o sobrevivir temperaturas frías invernales como las del sur de EE. UU.

Larva: los huevos que anteriormente fueron depositados por la hembra, eclosionan cuando los huevos quedan cubiertos por el agua, se convierten en larvas y se desarrollan en un proceso que tarda alrededor de 5 a 10 días. Son cuatro los estadios larvarios. Son muy activas y se les ve en la superficie del agua.

Pupa: esta fase es la que se antepone a la transformación en mosquito,en donde la larva se transforma en pupa y se mantiene así por unos 3 días. En esta fase la pupa no se alimenta y respira a través de espiráculos con forma de trompetas, ubicados en el cefalotórax. Las pupas viven en el agua.

Mosquito: en esta fase la pupa se abre y deja salir el mosquito totalmente desarrollado en su estado adulto, tarda alrededor de 3 días en salir dependiendo de las condiciones de temperatura. Puede vivir de 1 a 2 meses y la hembra es la única que se alimenta de sangre (hematófaga). Después de alimentarse, la hembra busca una fuente de agua para depositar sus huevos.

Hace un tiempo atrás escribí un artículo sobre los tiburones bajo el título de “El tiburón, menos peligroso que el mosquito”. Los datos citados en el presente artículo, sobre este egipcio odioso, me dan la razón.

Notas:

Enfermedad - alteración leve o grave del funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes debida a una causa interna o externa.

Enfermedades endémicas - prevalencia usual o constante de una determinada enfermedad en dicha área geográfica o grupo de población. 

Metamorfosis - transformación que experimentan determinados animales en su desarrollo biológico y que afecta no solo a su forma sino también a sus funciones y su modo de vida; es típica de los poliquetos, equinodermos, insectos, crustáceos y anfibios.

Fuentes:

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