Naturaleza

Almiquí cubano, condenado a la desaparición

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Deutsche Akademie der Wissenschaften zu Berlin, No restrictions, via Wikimedia Commons

Después de haber desafiado el paso de los vientos hace unos 3,6 ó 4,7 millones de años, separándose de sus parientes más cercanos de Haití y sobreviviendo al menos unos 58,6 millones de años, según algunos científicos, e incluso hay quienes aseguran que sobrevivieron la extinción masiva que puso fin a la existencia de los grandes saurios, situado sus orígenes hace unos 78 millones de años, el almiquí cubano (Soledon cubanus/ Antogale cubana) está en situación crítica, a punto de desaparecer del patrimonio natural de nuestra patria y del planeta.

Sus enemigos son el hombre que le arrebata su hábitat con fines económicos, la deforestación, la minería y algunas especies de depredadores como las mangostas (llamadas en Cuba como hurones), gatos, ratas negras (Rattus rattus) y perros salvajes.

El almiquí es color pardo oscuro o negro, mamífero insectívoro de hábitos nocturnos y solitarios, de unos 50 centímetros de longitud total y cola de 20 centímetros, casi desprovista de pelos, al igual que la parte posterior de sus muslos, un hocico prominente blanco o amarillento, que recuerda las trompas de los paquidermos, garras largas y afiladas. Posee unos cuarenta dientes, de mordida venenosa, como la de otros insectívoros, usada probablemente para inmovilizar sus presas. Animal tranquilo y pacífico, pero si se irrita eriza su pelo, enseña los dientes, gruñe, emite chillidos y segrega una sustancia aceitosa de olor desagradable.

En su dieta se encuentran lombrices de tierra, miriápodos, insectos y sus larvas, moluscos, pequeños lagartos y ranas. Suelen tener 1 – 3 crías, que permanecen con la madre durante varios meses. Se le localiza en bosques densos y húmedos, matorrales, bosques primarios montanos y submontanos. Se han encontrado muestras arqueológicas, que hacen pensar, que con anterioridad habitaba en toda Cuba.

En la actualidad se conocen tres pequeñas poblaciones, una en el Parque Nacional Pico Cristal, otra en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt y la tercera en la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa. Se desconoce el número de ejemplares existentes.

Durante el siglo XX se observaron varios ejemplares, pero en 1970 se le consideró extinto. Sin embargo, después de esa fecha han sido capturados algunos especímenes, siete de ellos en la meseta de Toldo del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, entre el 2012 y el 2013.



Baja reproducción, depredación por parte de especies introducidas y la acción del hombre que influye en su hábitat se encuentra en peligro real, condenado a la desaparición.

Fuentes:

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