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Estrategia: desmitificación de las justificaciones del Bloqueo Estadounidense contra Cuba

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MS, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons

Artículo de opinión.

Desde hace décadas, el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba ha sido objeto de debate y controversia a nivel internacional. Si bien inicialmente fue justificado como una medida para promover el cambio político en la isla, el bloqueo ha persistido a pesar de las numerosas críticas y llamados a su levantamiento por parte de la comunidad internacional.

Detrás de esta política se encuentran una serie de narrativas y justificaciones que han sido utilizadas para justificar su continuidad. En este artículo, explicaremos algunas de estas justificaciones y examinaremos cómo pueden ser desmistificadas para promover un entendimiento más completo de la situación.

La narrativa que justifica el bloqueo contra Cuba se basa en varios argumentos que suelen ser presentados por los defensores de esta política. Algunos de los argumentos más comunes incluyen:

Promoción de supuesta democratización y los derechos humanos:
Se argumenta que el bloqueo es una herramienta para presionar al gobierno cubano para que “respete los derechos humanos” y permita mayores libertades políticas y civiles en la isla. Se sostiene que el levantamiento del bloqueo sin concesiones por parte del gobierno cubano sería una recompensa para un régimen que viola sistemáticamente los derechos de sus ciudadanos.

Protección de los intereses estadounidenses:
Muchos de los defensores del bloqueo argumentan que esta política es necesaria para proteger los “intereses económicos y de seguridad nacional” de Estados Unidos. Se sostiene que Cuba representa una amenaza para la estabilidad en la región y que el bloqueo es una forma de contener su influencia y evitar que se convierta en supuesto refugio para grupos terroristas o actividades ilícitas.

Presión para el cambio político:
Se argumenta que el bloqueo sirve como una herramienta para presionar al gobierno cubano para que realice reformas políticas y económicas. Se sostiene que mantener la presión económica sobre Cuba es necesario para provocar cambios en el sistema político y promover la transición hacia una “democracia pluripartidista” y una “economía de mercado”.

Expresión de solidaridad con el “exilio cubano” (diaspora):
Algunos defensores del bloqueo argumentan que esta política es una forma de mostrar solidaridad con el “exilio cubano” y apoyar a aquellos que han sido afectados por el régimen comunista en la isla. Se sostiene que levantar el bloqueo sería una traición a aquellos que han luchado por “la libertad y la democracia en Cuba”.

Para contrarrestar los argumentos que justifican el bloqueo contra Cuba, se pueden presentar una serie de puntos que desafíen estas afirmaciones que evidencian las consecuencias negativas del bloqueo. Aquí hay algunos argumentos que pueden ser utilizados:

Impacto humanitario:
Se puede argumentar que el bloqueo tiene un impacto humanitario significativo en la población cubana al obstaculizar el acceso a alimentos, medicinas y otros bienes básicos. Se puede citar el informe anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde la inmensa mayoría de los estados miembros ha condenado el bloqueo por su impacto negativo en la salud y el bienestar de los cubanos.

Impacto económico:
Señalar a las principales afectaciones a la economía cubana, pérdidas en millones de dólares por ingresos dejados de recibir por exportaciones, servicios, reubicación geográfica del comercio, afectaciones a la producción de bienes y los servicios. Impedimento para acceder a tecnologías y conocimientos científicos que afectan directamente la productividad.

Impacto ecológico:
Se puede argumentar sobre las afectaciones a la preservación de los recursos naturales, con la limitación en programas de inversiones, por el extremo asedio de la administración estadounidense, lo que impide el acceso a mercados cercanos de tecnologías, materias primas y materiales de construcción y componentes. También impide la colaboración científica con instituciones de EE. UU. y otros países en esta esfera.

Violación del derecho internacional:
Se puede argumentar que el bloqueo constituye una violación del derecho internacional y de los principios de soberanía y autodeterminación de los pueblos. Se puede señalar que el bloqueo ha sido condenado en repetidas ocasiones por la Asamblea General de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales como una medida coercitiva unilateral que debe ser levantada.

Efectividad del bloqueo:
Se puede argumentar que el bloqueo no ha logrado sus objetivos declarados de promover el cambio político en Cuba y que, en cambio, ha fortalecido la resistencia del gobierno y pueblo cubano y ha generado resentimiento hacia Estados Unidos en la población cubana. Se puede señalar que, a pesar del bloqueo, el gobierno cubano ha mantenido su control político y ha resistido las presiones externas durante décadas, gracias al apoyo legítimo y popular de la mayoría de la población.

Necesidad de cooperación y diálogo:
Se puede argumentar que el levantamiento del bloqueo y el establecimiento de relaciones normales entre Estados Unidos y Cuba son fundamentales para promover la cooperación, el diálogo y la resolución pacífica de diferencias. Se puede señalar que el aislamiento y la hostilidad no han logrado resolver las diferencias entre los dos países y que el compromiso constructivo es necesario para avanzar hacia un futuro más pacífico y próspero para ambos y otras naciones que de una forma u otra se suman a las políticas hostiles contra Cuba.

Al presentar estos argumentos, se puede desafiar la narrativa que justifica el bloqueo contra Cuba y promover un enfoque más humano, justo y basado en el respeto mutuo y la cooperación entre los dos países.

A pesar de los esfuerzos de Cuba en llevar a cabo acciones de propaganda, contrapropaganda, diplomacia y sensibilización internacional para enfrentar el bloqueo, los resultados no han sido los esperados por varias razones, entre las que podemos mencionar:

Falta de influencia geopolítica:
A pesar de los esfuerzos de Cuba para construir alianzas internacionales, su influencia geopolítica puede estar limitada en comparación con los EE. UU. y sus aliados, que mantienen el bloqueo, lo que dificulta obtener un respaldo significativo para su causa.

Intereses políticos y económicos:
Los países que mantienen el bloqueo pueden tener intereses políticos y económicos que los llevan a mantener su posición, independientemente de las campañas de sensibilización de Cuba. Esto puede deberse a relaciones bilaterales con Estados Unidos u otros factores estratégicos.

Narrativa dominante:
A pesar de los esfuerzos de Cuba por difundir información sobre los impactos del bloqueo, la narrativa dominante en algunos países puede estar sesgada en contra de Cuba, lo que dificulta cambiar la opinión pública y la política gubernamental, debido a que no ha sido posible romper el monopolio informativo de los EE. UU. y grupos de influencia nacionales en diferentes países en alianza con grupúsculos anticubanos y cuasi mafiosos de cubanos en el exterior.

Presión económica y financiera:
El bloqueo impuesto por Estados Unidos puede tener un impacto significativo en la economía cubana, lo que limita su capacidad para llevar a cabo acciones efectivas de resistencia. Las medidas coercitivas financieras y comerciales pueden dificultar el acceso a recursos y tecnología necesarios para contrarrestar el bloqueo.

Cambio de gobierno y política exterior:
Los cambios en los gobiernos y las políticas exteriores de los EE. UU. que mantienen el bloqueo pueden influir en la efectividad de las acciones de propaganda de Cuba. Los cambios en la administración estadounidense, por ejemplo, pueden llevar a cambios en la postura hacia Cuba y el bloqueo ejerciendo su dominancia geopolítica con otros países, lo que quedó demostrado por la política Trump después de Obama.

Grietas de unidad interna:
Grietas en la unidad interna dentro de Cuba, que se manifiesta en la masividad migratoria y sobre todo en la deserción de profesionales y deportistas. Al menos es la interpretación que se da en el extranjero a esos fenómenos, en la narrativa anticubana.

Debilitamiento y fluctuaciones de relaciones internacionales:
El debilitamiento de posiciones políticas dentro y entre los países que apoyan su causa (la cubana), debido a cambios de gobiernos o subordinación de sus intereses nacionales a las exigencias de EE. UU. puede mermar los esfuerzos para enfrentar el bloqueo de manera efectiva. La cohesión y la coordinación son fundamentales para lograr resultados significativos en la lucha contra el bloqueo.

En resumen, enfrentar y superar el bloqueo impuesto por Estados Unidos es un desafío complejo que requiere estrategias multifacéticas y una acción coordinada a nivel nacional e internacional. A pesar de los esfuerzos de Cuba, los resultados pueden ser limitados debido a una serie de factores geopolíticos, económicos y sociales que están fuera de su control directo.

Los cubanos patriotas radicados en el extranjero pueden desempeñar un papel importante en apoyar a su país de origen y contribuir al desarrollo de Cuba de varias maneras:

Promover una imagen positiva de Cuba:
Los cubanos patriotas pueden trabajar para contrarrestar la narrativa negativa sobre Cuba que a menudo se presenta en los medios de comunicación internacionales. Pueden compartir sus experiencias positivas sobre Cuba y destacar los logros y avances del país en áreas como la educación, deporte, salud y cultura. Además de mostrar el funcionamiento y carácter democrático del sistema electoral cubano.

Abogar por el levantamiento del bloqueo:
Los cubanos patriotas pueden abogar activamente por el levantamiento del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba. Pueden participar en campañas de sensibilización, escribir cartas a funcionarios gubernamentales, utilizar plataformas virtuales destinadas a sensibilizar a la población de los países donde residen sobre las consecuencias del bloqueo, trabajar con organizaciones de solidaridad con Cuba para promover una política exterior más comprensiva y justa hacia la isla.

Facilitar intercambios culturales deportivos y académicos:
Los cubanos patriotas pueden facilitar intercambios culturales, académicos y científicos entre Cuba y el país donde residen. Pueden organizar eventos culturales, conferencias y programas de intercambio que promuevan el entendimiento mutuo y fortalezcan los lazos entre las comunidades cubanas en el extranjero y en la isla.

Apoyar iniciativas de desarrollo sostenible:
Los cubanos patriotas pueden contribuir al desarrollo sostenible de Cuba apoyando proyectos y programas en áreas como la agricultura orgánica, el turismo comunitario, las energías renovables y la conservación del medio ambiente. Pueden proporcionar y/o promover formas de financiamiento, asesoramiento técnico y colaboración en la implementación de estas iniciativas.

Fomentar la inversión y el emprendimiento:
Los cubanos patriotas pueden contribuir al crecimiento económico de Cuba fomentando la inversión y el emprendimiento en el país en áreas productivas. Pueden identificar oportunidades de negocio, facilitar la inversión extranjera, apoyar a emprendedores cubanos y participar en iniciativas de desarrollo económico local.

Neutralización del anticubanismo:
Los cubanos patriotas pueden trabajar entre las diferentes comunidades cubanas residentes en el extranjero y en la isla, para facilitar encuentros y conversaciones que promuevan la comprensión real de la situación patria y la cooperación entre todos los cubanos en defensa de las posiciones refrendadas por la mayoría del pueblo cubano en la Constitución de la República de Cuba, neutralizando con ellos las posiciones propagandísticas y elementos anticubanos.

En resumen, los cubanos patriotas radicados en el extranjero pueden desempeñar un papel activo y constructivo en apoyo a su país de origen, contribuyendo al desarrollo económico, social y cultural de Cuba y promoviendo la solidaridad y la unidad entre todas las comunidades cubanas, tanto dentro como fuera de la isla.

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