Cuba en el Nuevo Orden Mundial: una estrategia de diversificación para el desarrollo y la soberanía
por Henrik Hernandezpublicado en
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Introducción
Desde hace décadas, Cuba ha enfrentado una política de hostilidad y guerra económica por parte de los Estados Unidos, con el objetivo de asfixiar su economía y generar inestabilidad política. Ante este panorama, ha surgido la propuesta de una alianza trilateral con China y Rusia como estrategia para contrarrestar la agresión estadounidense. Sin embargo, una coalición de esta magnitud podría generar una escalada geopolítica que profundizaría el conflicto con Washington. En su lugar, proponemos una estrategia de diversificación de alianzas que refuerce la soberanía de Cuba, incremente su desarrollo económico y reduzca su vulnerabilidad ante sanciones externas.
1. Diversificación de Alianzas Internacionales
En lugar de depender exclusivamente de China y Rusia, Cuba podría ampliar su margen de acción con distintas alianzas estratégicas:
BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, junto a nuevos miembros como Irán y Arabia Saudita).
CELAC y ALBA-TCP, fortaleciendo los lazos con países de América Latina y el Caribe.
Naciones de África y Asia, explorando modelos de cooperación Sur-Sur.
Relaciones pragmáticas con Europa, priorizando la colaboración con países menos alineados con la política exterior estadounidense.
Este enfoque evitaría que Cuba dependa de un solo bloque de poder y garantizaría mayor flexibilidad diplomática y económica.
2. Alianzas Sectoriales en Lugar de una Coalición Militar
Una alianza militar con China y Rusia podría ser vista como una provocación por EE.UU., generando una respuesta agresiva. En su lugar, Cuba podría establecer acuerdos sectoriales específicos que refuercen su desarrollo sin provocar una crisis geopolítica:
a) Cooperación en energía y sostenibilidad
Inversiones en energías renovables con Alemania, España y Vietnam.
Acuerdos energéticos con Venezuela y Argelia para garantizar el suministro de petróleo y gas.
Proyectos de infraestructura eléctrica con China y Rusia, pero sin compromisos político-militares.
b) Tecnología e industria
Fortalecimiento de la biotecnología y la industria farmacéutica con India e Irán.
Desarrollo de telecomunicaciones y ciberseguridad con países del sudeste asiático.
Fabricación de componentes electrónicos en cooperación con Brasil.
c) Comercio e inversión
Creación de un hub logístico regional para atraer inversión de América Latina y Asia.
Expansión de mercados para productos cubanos en África y Medio Oriente.
Turismo médico y ecológico con mercados emergentes europeos y asiáticos.
3. Defensa y seguridad sin provocar una crisis internacional
La seguridad nacional es crucial, pero sin caer en una confrontación directa con EE.UU. Cuba podría adoptar un modelo de disuasión flexible basado en:
- Fortalecimiento de la seguridad cibernética con Irán, India y Vietnam.
- Guerra asimétrica y defensa territorial en lugar de una doctrina militar convencional.
- Autosuficiencia en equipamiento militar ligero, sin depender de bases extranjeras.
- Negociación de adquisición de equipamiento defensivo con China y Rusia, sin un tratado militar formal.
4. Autonomía económica y resiliencia productiva
No basta con establecer alianzas externas; Cuba debe fortalecer su autosuficiencia económica y social:
- Agricultura sostenible para reducir la dependencia de importaciones de alimentos.
- Fomento de micro y pequeñas empresas, con apoyo de bancos de desarrollo internacionales.
- Desarrollo de manufactura ligera para reducir la dependencia de productos importados.
Conclusión: un camino viable y sostenible
Una alianza militar formal con China y Rusia podría traer consecuencias imprevisibles, incluida una escalada de sanciones y represalias por parte de EE.UU. En cambio, una estrategia de diversificación de alianzas y desarrollo interno permitiría a Cuba fortalecer su economía, mejorar su soberanía y reducir su vulnerabilidad sin caer en una confrontación global.
Este enfoque no excluye la cooperación con China y Rusia, pero evita que Cuba se convierta en un punto de tensión en la guerra geopolítica entre potencias. En su lugar, prioriza una red global de alianzas estratégicas y acuerdos sectoriales que permitan un desarrollo soberano, sostenible y resiliente ante los retos del siglo XXI.
Fuentes consultadas:
- Melk, L. (2024, febrero 17). Que hacer ante las amenazas de la actual administración de desestabilizar el país [Publicación en Facebook]. Facebook. https://www.facebook.com/melk.luis.311/posts/pfbid021QfZg94yCLNua9GJsn1Y4T6GMN4tEQWgi7pHYLFrUpCiHYQ6sfRBPLwdN21rttBTl
Copyright © Henrik Hernandez 2025
La redacción e investigación de este artículo han contado con la asistencia de inteligencia artificial, utilizada desde julio de 2024.
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