A la guerra por una oreja
por Henrik Hernandezpublicado en
La historia de Cuba y su relación con el mundo durante el periodo de dominación colonial estuvo condicionada por las relaciones existentes entre España y el resto de las potencias coloniales. También por el rol más decisivo de los criollos para determinar su posición en el mundo. Lo cual quedará demostrado en el tragicómico caso del pirata inglés Robert Jenkins.
En 1738 compareció Robert Jenkins ante la Cámara de los Comunes, portando un frasco con una oreja dentro. Jenkins testimonio que su navío Rebeca, había sido apresado en 1731 por el oficial español Juan León Fandiño, que capitaneaba el guardacosta La Isabela, frente a las costas de las Florida.
Según Jenkins fue atado al mástil de su propio barco y su oreja cortada de un certero tajo por el capitán español, el cual le dijo “Ve y di a tu rey, que lo mismo haré si a lo mismo se atreve”. Luego lo dejó marchar, no sin antes saquear las bodegas de su nave.
La oposición inglesa obligó al gobierno británico a pedir 95 000 libras de indemnización, que por supuesto España rechazó. Del dicho al hecho, no hay trecho. El gobierno británico declaró la guerra a España, el 23 de octubre de 1739. Comenzando así acciones bélicas entre los dos Imperios europeos, cuyo teatro de operaciones fundamental fue el Caribe y las posesiones hispánicas en el Nuevo Mundo. Esto ha pasado a la historia como Guerra de la Oreja de Jenkins y en el mundo hispánico se conoce como Guerra del Asiento.
Ese fue el casus belis, pero la verdadera causa, era el interés económico y comercial del imperio Británico, en las posesiones hispánicas en América.
Como parte de las acciones, que se extendieron por todo el Caribe, el mando inglés planeo, tomar a Santiago de Cuba y establecer una base, que permitiera el control del Paso de los Vientos, con la esperanza de avanzar, posteriormente sobre la Habana y tomar control total sobre la Isla de Cuba.
Le correspondió a Sir Edward Vernon y al general Tomas Wentworth ponerse al frente de una armada de más de 40 buques de transporte y apoyo, 8 navíos de guerra, 12 fragatas, unos 4000 efectivos militares, de ellos 1000 “negros jamaicanos” y 600 habitantes de las Trece Colonias de América del Norte. Entre tripulación y tropas auxiliares la expedición británica emplearía hasta 8.000 hombres.
No obstante a su poderío, los invasores no pudieron tomar la ciudad con un ataque directo y navegaron al este, desembarcando en julio de 1741, en un lugar al que los británicos denominan Cumberland Bay, donde establecieron una base al norte de la bahía.
Años antes, Cristóbal Colón había arribado a ese lugar, lo llamó Puerto Grande, en la actualidad conocido como Guantánamo. Muchos cubanos la asocian al nombre de Caimanera, para los militares estadounidense que hoy ocupan gran parte de su territorio es simplemente Gitmo.
Entre el 4 y el 5 de agosto, más de 2000 efectivos, divididos en tres destacamentos bajo el mando de Thomas Wentworth, avanzaron por tierra hacia Santiago de Cuba.
El gobernador de la ciudad, Francisco Cajigal, ante la situación, alistó milicias lugareñas sobre la base de la voluntariedad, repartió armas, aumentó las unidades de las guarniciones de la urbe y pidió ayuda a otras zonas de la Isla. La parte española pudo anteponer solo 350 soldados coloniales y 600 milicianos.
Formo pequeños destacamentos compuestos por blancos, negros, indígenas y mulatos con una voluntad de resistir al invasor fundamentada a la pertenencia a una comunidad que hacía suya esa tierra.
Wentworth y sus fuerzas se vieron bajo el constante hostigamiento de los lugareños, bajo el mando de Pedro Hornedo, Manuel Limonta y Pedro Guerrero. Después de perder una tercera parte de sus hombres, a Wentworth no le quedó más remedio que retirarse a Guantánamo, desde donde hizo petición de refuerzos.
Pero incluso allí, donde se había fortificado, siguieron bajo el hostigamiento, no solo por tierra, sino también por mar. Fue una épica militar, donde se manifestó la estrategia guerrillera popular, que aún impera en el pensamiento militar cubano.
Cuando las bajas comenzaban a contarse por miles, como consecuencia de ataques guerrilleros y estragos de las enfermedades y el clima y al sumar los soldados enfermos la cifra de 2.260, los sobrevivientes del hostigamiento y las enfermedades se retiraron de Guantánamo zarpando en dirección a Port Royal.
Unos investigadores nos dicen que fue el 28 de noviembre de 1741 y otros a principios de diciembre. El bloqueo naval británico a Santiago continuó hasta finales de diciembre.
Los ingleses volvieron a atacar Santiago de Cuba, el 9 de abril de 1748, existen otras fuentes que sitúan la acción el 29 de marzo. Tropas inglesas bajo el mando de Charles Knowles intentaron forzar la bahía de la ciudad, pero ese intento también terminó en fracaso, cuando las baterías de artillería del Morro de Santiago, bajo el mando del General de Brigada Alonso Arcos y Moreno, gobernadora de la ciudad, destruyó dos naves enemigas, provocando un centenar de Muertos y el doble de heridos, mientras las fuerzas insulares, apenas sufrieron bajas.
Pero echemos una mirada a los hechos. Charles Knowles, contraalmirante de blancos y comandante en jefe de la estación de Jamaica, pretendió tomar una revancha por las derrotas anteriores entre ellas, en la Isla de Cuba.
Después de algunas acciones en el Caribe, decidió atacar a Santiago de Cuba.
El 28 de marzo la escuadra inglesa compuesta por el HMS Lenox, las fragatas Vainqueur, Vultere, Sharp, Plymouth, Cornwall, Canterbury, Elisabeth, Strafford, Warwick, Worcester, etc. avistaron las costas cubanas.
Una brisa contraria obligó a los ingleses posponer el ataque, lo cual fue muy bien aprovechado por el General de Brigada y Gobernador de la Ciudad Alonso Arcos y Moreno para ordenar que una nave de 200 toneladas sostuviera un cabrestante de 10 pulgadas entre las dos orillas de la bahía.
Comenzado el bombardeo contra las posiciones españolas, el capitán Dent envió varios botes para romper el cabrestante, pero el fuego hispánico destrozó el timón, el palo mayor y el bauprés de su nave, quedando la misma inutilizada. El Cornwall perdió parte de su popa. Ambas naves tuvieron que ser remolcadas a mar abierto. Dejando 100 muertos y 200 heridos.
Posteriormente Charles Knowles discutió con sus capitanes como quitar el obstáculo y la decisión fue volver a Jamaica.
No obstante los ingleses no desistieron y continuaron con otras acciones una de ellas la toma de la Habana, pero es cuestión para otra historia.
Notas:
Bauprés - palo grueso, horizontal pero algo inclinado hacia arriba, que en la proa de los barcos sirve para asegurar algunas velas o cabos del trinquete.
Cabrestante - torno de eje vertical para mover y arrastrar grandes pesos, usado especialmente en minas, puertos y barcos; está provisto de una cuerda o cable que se va arrollando en él a medida que gira.
Casus belis - caso o motivo de guerra, también el motivo de cualquier conflicto.
Edward Vernon - oficial naval inglés (1684 – 1757).
Fragata - barco de vela provisto de tres palos, cada uno de los cuales con cofa y verga, y una sola batería de cañones entre los puentes además de otra en cubierta.
Palo mayor - Palo más alto de la embarcación, en el cual se coloca la vela mayor.
Popa - parte posterior de una embarcación.
Robert Jenkins - fue un marino británico del siglo XVIII que ha pasado a la historia como protagonista del incidente que desató la llamada "guerra de la Oreja de Jenkins".
Timón - herramienta con forma de rueda alojada en la parte trasera de una embarcación, que a través de su movimiento puede dirigir el barco hacia cualquier dirección.
Fuentes:
- Richard Gott. Cuba. A new history. Yale Nota Bene. Yale University Press (2005)
- https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Asiento
- https://www.youtube.com/watch?v=ukrImpFXWpQ
- https://www.ecured.cu/Ataque_de_los_ingleses_a_Santiago_de_Cuba_(1741)
- https://estudiosamericanos.revistas.csic.es/index.php/estudiosamericanos/article/view/765/763
- Jhon Klecker. Cuba och dess frihetskamp. Stockholm. C. & E. Gernandts Förslag Aktiebolag. 1899
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