Historia

La sublevación de Guamá

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Poco se conoce sobre este héroe. Recuerdo que en un libro de lectura del tercer o cuarto grado que hacía mención a Guamá en una narración literaria para infantes, bajo el título de Guamito y Cayusín. Allí se narra cómo dos niños indios, desde las espesuras del bosque cerca de la costa, observaron la llegada de naves gigantes que aparecieron en el horizonte, sin ni siquiera sospechar que dentro de ellas venía la desgracia que azotaría a su pueblo. Al final se da entender que Guamito creció y se convirtió en el rebelde cacique Guamá.

En libro de historia de cuarto grado se hablaba de sublevación de Guamá, en los textos actuales, ese tema se imparte en el quinto grado.

Guamá es un nombre de origen auraco, presumiblemente taíno, que según algunos lingüistas significa maestro. Desconozco si en taíno esa palabra tiene ese significado, pues no soy especialista en esa ciencia, pero si me encuentro estudiando el idioma taíno clásico y el término empleado para denominar al maestro es “tekína”. Además, el prestigioso historiador, profesor universitario, periodista, biógrafo americanista cubano Antonio Bachiller y Morales (1812 – 1889) nos dice que significa “Señor”.

Guamá era un cacique que vivía pacífica y apaciblemente en las lomas de Maisí, los conquistadores españoles atacaron su tribu secuestrando a miembros del mismo para someterlos al régimen de encomiendas. Corría el año 1522 de nuestro señor.

Ese fue el detonante para que Guamá se erigiera en un cacique rebelde en contra del poder colonial español. Adoptó la experiencia del Hatuey y libró una guerra de guerrillas entre los años 1522 y 1533.

La zona de operaciones militares abarcaron los territorios intrincados de las serranías en la región de Baracoa, donde levantó refugios y organizó una retaguardia para el sustento de la comunidad. Las fuentes son muy difusas, mientras algunas intentan minimizar el actuar de este héroe, diciendo que solo llegó agrupar unos 60 hombres, otras nos dicen sin especificar que, “contó con una cantidad importante de hombre dispuesto a luchar”.

Se nos dice que Diego Velázquez, el conquistador de Cuba, “preocupado por las sublevaciones indias”, como vemos, se habla en plural, lo que quiere decir, que había una constante actividad rebelde de indios y no se trataba de una rebelión aislada de Guamá en aquellos tiempos, dio la orden de combatirlas.

Para ello se enviaron cuadrillas de hombres bien armados, con guías indios y perros, para encontrar y aniquilar a los rebeldes. A la muerte de Diego Velázquez, la represión se acrecentó al asumir la jefatura interina Manuel Rojas.

Los indios eran cazados como fieras, algunos podían escapar, otros morían destrozados por los mastines, alanos y otros tipos de canes entrenados con esos fines por los conquistadores. Los prisioneros, si eran acusados de algún crimen, eran ejecutados brutalmente en público, sus cabezas se exponían sobre estacas o lanzas a la entrada de los pueblos, si no eran incinerados vivos en hogueras. Quienes sobrevivían se les sometía a la esclavitud india de las encomiendas.

En 1526 asumió el gobierno de Cuba Gonzalo de Guzmán. Durante su mandato, al parecer, la persecución hispánica a los rebeldes mengua, al mismo tiempo que Guamá incrementó sus filas con indios encomendados que huían de los abusos y explotación a que eran sometidos e indios rebeldes de comarcas vecinas como los dirigidos por el aborigen nombrado Juan Pérez. Guamá extendió su zona de operaciones a tal grado que hasta atacó e incendió la Villa de Nuestra Señora de Asunción de Puerto Príncipe del Camagüey.

Los colonos españoles después de un ataque, de los tantos sufridos, huyeron de la Villa de Baracoa e incluso ante la pasividad de las autoridades locales, solicitaron ayuda a las de la vecina isla de La Española.

La sublevación de Guamá, junto a las de otros rebeldes en las zonas del Camagüey y Sintic Spiritus, puso a los colonizadores en tal situación que el asunto llegó a las Cortes Españolas, donde se dice, plantearon el criterio de abandonar la colonización de la Isla de Cuba.

Pero la resolución fue de que se impartieron instrucciones de dar un buen trato a los indios encomendados para que estos no continuarán sumándose a la rebelión. Además, antes las quejas de los colonos por la ineficacia de las acciones militares contra los sublevados, el gobernador Gonzalo de Guzmán fue suspendido y se nombró de nuevo a Manuel Roja, quien artículo una estrategia contra todos sublevados en las diferentes regiones y personalmente comandó las acciones contra Guamá.

Se crearon cuadrillas compuestas por militares españoles, esclavos negros e indios lugareños con los temibles mastines y olanos. Manuel Roja logró localizar el palenque de Guamá, pero solo encontró cuatro hombres y tres mujeres, que relataron en sus interrogatorios que unos quince indios habían huido y que Guamá por asuntos de faldas fue ultimado mientras dormía por su propio hermano Guamayry (Olguama)* con un golpe de hacha en su cabeza. De acuerdo a esa versión, Guamá había raptado a la mujer de su hermano y este lo mató por celos y venganza.

Se han manejado otras teorías sobre la muerte de Guamá, pero la expuesta anteriormente ha sido la más aceptada. La muerte de Guamá no significó el fin de las sublevaciones indias, pero si marcó la decadencia de las mismas, después de que una epidemia de viruela golpeara a la población aborigen en los años 30 del siglo XVI.

El mérito histórico fundamental de Guamá es haber sido el primer cacique nativo de Cuba que se levantó en armas y el haber empleado tácticas y estrategias de guerrillas con el hostigamiento constante al enemigo y utilización del factor sorpresa como clave del éxito. Llegó a controlar todas las zonas montañosas del oriente de Cuba: Baracoa, Maisí, Cagua, Baraxagua y Bayamo. Mantuvo en jaque a los españoles desde 1522 hasta el 7 de julio de 1533. Once años. Luchó con arcos, flechas, macanas y hachas de piedra contra un enemigo que constaba con una supremacía tecnológica, arcabuces, ballestas, lanzas y espadas de acero, cascos, pecheras, mallas, caballos y feroces canes.

En excavaciones en la cueva La Vigía, en el año 2003, se encontró un esqueleto, que hoy se encuentra el Museo Arqueológico baracoense Cueva El Paraíso, el cual presenta evidencias histórico-arqueológicas, que lo relaciona con el cacique rebelde: fue enterrado de acuerdo a la tradición taína, los restos presentan un cráneo una deformación fronto-occipital y el ajuar cerámico típicos de las tradiciones de ese pueblo y presenta una fractura en la parte frontal que debe haber sido la causa de muerte y la edad estimada en vida de unos  40 años coincide con la del héroe. Todo eso unido a los testimonios documentales de la época.

Sean o no los restos de Guamá, el restaurado cubano Andrey Guilarte, los escultores Noel Coutín y Bernardo Milhet, la arqueóloga estadounidense Sharyn Thompson, la canadiense Susan Hurlich y el colaborador baracoense Yanexi Pelier han hecho una reproducción fisionómica utilizando la técnica de pivote presentándonos su cara a casi 500 años de los hechos conocidos como "la Primera Guerra de los Diez Años cubana".

En la ciudad de Baracoa se le honra con un monumento, pero tal parece que se desvanece de la memoria histórica de la última generación de cubanos, que en muchos casos desconocen esta bella página de la resistencia indígena contra la colonización hispánica de las tierras que hoy conforman la República de Cuba. Sea esté escrito un intento para mantenerla viva.

Notas:

Guamayry - nombre que aparece en algunas fuentes en referencia al hermano de Guamá, en otras se le llama Olguama.

Fuentes:

 

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