Historia

La Protesta de Baraguá en el siglo XXI: "NO ME DA LA GANA"

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Tomada https://www.radiohc.cu/

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En 1878, cuando las fuerzas colonialistas españolas creían haber sofocado la lucha por la independencia de Cuba con el Pacto del Zanjón, Antonio Maceo se alzó en Baraguá para hacer una declaración que resonaría por generaciones: "No, no nos entendemos". Rechazando una paz sin independencia, Maceo mantuvo viva la dignidad y la determinación del pueblo cubano, sentando un precedente inquebrantable de resistencia ante la opresión y el sometimiento.

Hoy, más de 146 años después, la isla vuelve a enfrentar adversidades, esta vez provocadas por un bloqueo económico, comercial y financiero que agrava cada aspecto de la vida cotidiana. Los apagones, la escasez de recursos básicos y las penurias a las que se somete al pueblo cubano se hacen sentir con dolorosa claridad. Sin embargo, como en Baraguá, Cuba sigue protestando.

Un reciente testimonio salido desde lo más profundo del país resuena con una fuerza similar a la de Maceo en su momento: “NO ME DA LA GANA”. Grito Lanzado por Giovannni Barrueta Ordoñez. 

Este grito de resistencia refleja el espíritu cubano que, en medio de los apagones, la falta de alimentos y la opresión de un bloqueo despiadado, se niega a rendirse ante las presiones internas y externas.

Este texto no solo denuncia las dificultades diarias, sino que también se enfrenta directamente a las voces que, desde Miami y otros enclaves de odio anticubano, incitan al pueblo a desatar protestas para sumir al país en la ingobernabilidad. El llamado de estos sectores anticubanos busca destruir el tejido social y desestabilizar al país con el objetivo de imponer una agenda que no representa los intereses de la mayoría de los cubanos. “NO ME DA LA GANA” es una respuesta directa a esos intentos de manipulación, a esa estrategia de caos que pretende convertir a Cuba en un escenario de división y violencia.

Sufriendo los apagones como cualquier otro, el autor no culpa al gobierno cubano, sino que señala con claridad a los verdaderos responsables: las políticas extorsionistas del bloqueo y las campañas de odio que buscan destruir a la Revolución desde fuera. Este documento es una protesta firme contra esa maquinaria anticubana que desde Miami se enriquece promoviendo el caos y la violencia mientras los cubanos luchan por mantener la paz y la dignidad de su nación.

Como Antonio Maceo en Baraguá, el grito actual de “NO ME DA LA GANA” reafirma la voluntad de no caer en el juego de quienes desean destruir a Cuba. No se trata solo de la resistencia a los apagones, a la falta de comida o a los problemas diarios, sino de una resistencia moral y política. Es una batalla por la independencia emocional y política que Cuba ha sabido defender desde sus primeros días de lucha.

En lugar de tocar calderos o protestar con violencia, el pueblo cubano se alza contra el verdadero enemigo: el bloqueo, la injerencia extranjera y las campañas de odio que buscan socavar el sistema desde fuera. “NO ME DA LA GANA” es una declaración de guerra contra aquellos que pretenden, desde la comodidad del exilio histérico, alimentar la desesperación en Cuba para lograr sus propios fines.

Tal como Maceo no aceptó el Pacto del Zanjón, los cubanos de hoy no aceptan una narrativa que les inculpe de su propio sufrimiento, cuando saben que las verdaderas causas se encuentran en las agresiones externas. El grito de Baraguá del siglo XXI se expresa en este “NO ME DA LA GANA”, una protesta que eleva la dignidad cubana frente al odio, la manipulación y la violencia que desde Miami se intenta exportar.

Ambos actos, separados por más de un siglo, están unidos por la misma esencia: la negativa a aceptar lo inaceptable y la convicción de que Cuba merece su libertad plena, su autodeterminación y su derecho a seguir soñando con un futuro mejor, libre de injerencias y presiones externas.

En la emboscada de Alegría de Pío, el 5 de diciembre de 1956, las fuerzas revolucionarias, lideradas por Fidel Castro, fueron sorprendidas por el ejército de Batista en un momento de gran adversidad. A pesar de la difícil situación, el comandante Juan Almeida Bosque, con una energía inquebrantable, lanzó el grito que quedaría grabado en la historia de la Revolución Cubana: "¡Cojones, aquí no se rinde nadie!".

Este grito de resistencia no solo reafirmaba la voluntad de lucha en el campo de batalla, sino que también encapsulaba el espíritu de dignidad, coraje y firmeza que caracterizó a los revolucionarios cubanos. Hoy, más de seis décadas después, ese mismo espíritu sigue vivo en el “NO ME DA LA GANA”. Esta frase, que surge desde el corazón del pueblo cubano ante las penurias actuales, es una prolongación histórica de aquel grito de Almeida: una manifestación clara de que, a pesar de las dificultades, Cuba no se rinde, no cede, y sigue firme en su lucha por la dignidad, la soberanía y la justicia. La resistencia de ayer sigue siendo la resistencia de hoy.

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Aquí les dejo el documento integro de la Protesta de Baraguá en el siglo XXI: "NO ME DA LA GANA". El autor de este artículo únicamente le hizo pequeños ajustes de ortografía y puntuación.

💥 NO ME DA LA GANA... 💥

Llevo noches consecutivas de apagón. También durante el día he tenido apagones. La "corriente" no se va... a veces viene. El refrigerador está cambiando de nombre y función, pues parece más un armario donde casi nada está frío. Los mosquitos me molestan y me joden el sueño. Al otro día, estoy hecho "leña".

La lista puede ser casi interminable, pero NO ME DA LA GANA tocar caldero porque mi escasa inteligencia trasnochada me dice que ese sonido metálico no va a producir los millones de dólares que hacen falta para pagar los barcos con petróleo. En todo caso, tocaría el caldero para reclamar que levanten el bloqueo y nos saquen de la lista que impide que el dinero llegue a Cuba.

Sufro los apagones como cualquiera, pero NO ME DA LA GANA culpar a Díaz-Canel ni al Gobierno. En todo caso, me encantaría gritarle a Trump y a su socio Biden por el genocidio silencioso que llevan a cabo contra mi gente, contra mis hijos, contra ti y contra mí. ¿Por qué no hacemos memes para burlarnos de ellos y culparlos por nuestras penurias?

Me preocupa que se me eche a perder la comida, pero NO ME DA LA GANA salir a protestar en el barrio ni tirarle una piedra a la tienda en MLC. No voy a formar parte del peligroso juego de los que odian a Cuba y se enriquecen en el proceso. Con la piedra, de buen gusto, haría lo mismo que el protagonista de la canción "Señor Juez" de Arjona, pero con el presidente del país que provoca tanto dolor en el mío.

En definitiva, NO ME DA LA GANA dejar de creer en la gente que cada día sale, a pesar del apagón, a enseñar, a curar, a producir y a soñar. NO ME DA LA GANA dejar de amar a #Cuba. NO ME DA LA GANA dejar de odiar a quien la oprime y la ataca.

💥 NO ME DA LA GANA 💥

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