En busca del Taíno dentro de mí, pero ...
por Henrik Hernandezpublicado enAl estudiar la Cuba indígena y promover la memoria de los cubanos, que habitaron nuestro archipiélago antes de la colonización española, ha despertado mi interés por esa parte de nuestra historia, que no se refleja de forma objetiva en los libros de texto de la historiografía que se imparte en los centros de estudios de nuestro país.
Unido a mi habitual curiosidad, se presentó una interrogante que hizo que me lanzara a buscar al Taíno oculto en mí. Me planteé la tarea de investigar, con ayuda de la ciencia, mi procedencia étnica con la esperanza de que desde lo profundo de los siglos se presentase un indio de origen arawak de procedencia suramericana y antillana.
Pensé, que de lo más profundo de mis células saliera un siboney o un taíno.
Mi interrogante nació, sobre la base de que conozco mis ancestros desde mediados del siglo XVIII, por línea materna, mientras por la paterna ha imperado un silencio únicamente roto por alguna narración anecdótica que nunca trajo claridad de quienes somos como familia, ni de mis orígenes.
Ese silencio imperante dentro de la familia, unido al conocimiento de que los indios cubanos fueron y son silenciados, me hizo plantearme la cuestión de que si ese mutismo ha sido producto a una huella de estigma social, si se expresa, pertenencia a dicho grupo humano.
Ni corto ni perezoso inicié una actividad de rastreo del Taíno dentro de mí y para ello utilicé los servicios de MyHeritage, entidad especializada en análisis genéticos.
Transcurrieron unas cuatro semanas cuando recibí la notificación.
Para sorpresa, vi derrumbadas mis esperanzas. No existe ningún Taíno dentro de mí.
Decepcionado, ante tal situación pasé a una etapa de total asombro. Dentro de mí se levanta un indio definido como “mesoamericano” y “andino”.
Pero, ¿Quién ese indio? De acuerdo a MyHeritage es un grupo étnico que abarca al pueblo Maya, a los Chibchas, Quechuas y Aymaras.
Ese indio desconocido por mí y psicológicamente distante, abarca el 16,6% de mi masa genética, lo cual no es poco.
Obtuve una respuesta no esperada, pero han surgido muchas preguntas. ¿Eran los guanahatabeyes de origen Maya? ¿Llego ese ancestro entre los llamados Yucatecos arribados a nuestra tierra como mano de obra? ¿Llego mi antepasado indio entre los rebeldes desterrados del territorio continental por los españoles hacia Cuba, después de ser apresado en combate?
No tengo respuestas, pero el hombre, cuando sabe de dónde viene, recibe el impulso llegado a través de los tiempos que lo lanza al futuro. Seguiré navegando en las páginas de nuestra cultura e historia cubana y quizás algún día pueda obtener las respuestas, que seguramente serán la antesala de nuevas interrogantes.
Fuentes:
- MyHeritage
Copyright © Henrik Hernandez 2022
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