El Poder de la Geografía: una mirada crítica desde una perspectiva cubana

El libro "El poder de la Geografía" del autor inglés Tim Marshall ha sido aclamado por su capacidad para explicar cómo los accidentes geográficos del mundo han influido en la historia y los destinos de las naciones. Con más de un millón de ejemplares vendidos, este texto ha ocupado un lugar prominente en las listas de libros más vendidos, ofreciendo una narrativa que busca explorar el impacto de la geografía en la evolución e historia de las sociedades.

Sin embargo, al analizar las reflexiones de Marshall sobre Cuba, surge la necesidad de una mirada crítica y contextualizada. El autor destaca la posición estratégica de la isla, insinuando que su ubicación geográfica ha sido determinante en eventos como la Guerra Hispanoamericana y la Crisis de Octubre. Marshall sugiere que la ocupación estadounidense de 1898 y la posterior amenaza de guerra con la Unión Soviética en 1962 han eliminado cualquier posible influencia potencias extracontinentales sobre la isla. 

Pero este enfoque simplista pasa por alto una serie de aspectos cruciales. En primer lugar, se ignora el papel fundamental de la voluntad y el conocimiento de los pueblos en la configuración de su destino. La geografía puede influir, pero no debe ser presentada como determinante absoluta. En el caso de Cuba, la resistencia y la lucha por la autodeterminación han sido ejes centrales de su historia, desafiando cualquier intento de dominación extranjera.

Además, es crucial reconocer el contexto político e ideológico en el que se enmarca la obra de Marshall. Como intelectual formado en el sistema educativo y laboral británico como corresponsal y periodista, su visión puede estar sesgada por la perspectiva de una potencia imperialista.

La afirmación de que Cuba inevitablemente caerá bajo la influencia de Estados Unidos omite deliberadamente la realidad de décadas de resistencia y soberanía cubana frente a la hostilidad estadounidense. Ahí Marshall cae en la trampa que le tiende el propio sistema, que no presenta por conveniencia política, la realidad de Cuba, donde la mayoría de la población es consciente de su legitimidad y esencia nacional independentista. Vivir bajo la sombra de la propaganda no permite que la visión vea más allá de la cueva e incluso si se atreviera a salir de la misma la luz de la verdad lo impediría ver la realidad.

Es interesante que Marshall no es el único intelectual británico que se pronuncia sobre el fatal destino de Cuba de caer en la orbita norteamericana, sino que encontramos otro intelectual de calibre como Richard Gott se pronuncia en el mismos sentido en su libro Cuba. A New History (Cuba. Una nueva historia). 

Es fundamental entender que la geografía no opera en un vacío, sino en un entorno político, económico y social complejo. En el caso de Cuba, la presión ejercida por Estados Unidos a través de una guerra económica, comercial y financiera ha sido constante, buscando minar la resistencia del pueblo cubano. Sin embargo, esta estrategia no ha logrado socavar la identidad nacional y la unidad del pueblo cubano.

En última instancia, la afirmación de Marshall de que la geografía determina inevitablemente el destino de una nación es simplista y reduccionista. La historia de Cuba es un testimonio vivo de la capacidad de los pueblos para resistir y forjar su propio camino, incluso frente a las presiones geográficas y geopolíticas. La verdadera determinación del destino de Cuba reside en la voluntad, unidad y la resistencia de su pueblo, ante las fuerzas externas. 

Cuba puede sobrevivir como un estado independiente y soberano, pero depende de varios factores. Cuba ha enfrentado muchos desafíos a lo largo de su historia, incluyendo la guerra económica, tensiones políticas y dificultades económicas internas.

Aunque Cuba ha demostrado una notable resistencia y capacidad de adaptación a lo largo de los años, su supervivencia como estado independiente depende de su capacidad para abordar sus desafíos internos y externos de manera efectiva y no de ningún fatalismo geográfico.

Esto incluye la necesidad de implementar reformas económicas y políticas que fomenten el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, así como la búsqueda de relaciones internacionales que puedan proporcionar apoyo y oportunidades para el país. La sociedad cubana ha desarrollado una alta cultura de resistencia ante las influencias y amenazas de grandes potencias. Hoy esa cultura de resistencia debe revestirse en al búsqueda del desarrollo sostenible y el bienestar material, profundizando la esencia de su modelo político con sus propios esfuerzos.

En última instancia, la supervivencia de Cuba como estado independiente dependerá de cómo abordar sus desafíos y de si puede encontrar soluciones efectivas para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y garantizar su seguridad y estabilidad a largo plazo.

Notas:

Tim Marshall - nación en Inglaterra en el ano  1959. Trabajó en una gasolinera y luego en el sector de la construcción y más tarde como operador en radio RAF, retomó los estudios y se abrió camino en el periodismo. Tras 30 años como corresponsal de guerra y editor diplomático en Sky News, comenzó a escribir libros.

Referencias:

Tim Marshall. (en sueco) La Geografía del Poder. Díez mapas que explican el mundo. Volante. 2015.Imprimido en Dinamarca, 2023. 

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