El Marabú en Cuba: invasión, impacto y desafíos para su control
por Henrik Hernandezpublicado en
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Introducción
El marabú (Dichrostachys cinerea), una planta espinosa originaria de África y Asia, se ha convertido en una de las especies invasoras más problemáticas en los ecosistemas cubanos. Su proliferación incontrolada ha transformado paisajes enteros, afectando la agricultura, la biodiversidad y la economía del país. Este artículo examina las causas de su expansión, su impacto ambiental y las estrategias desarrolladas para su control y aprovechamiento.
Historia y características del Marabú
El marabú fue introducido en Cuba probablemente a finales del siglo XIX o principios del XX, aunque hay registros de su presencia desde la época colonial. Su capacidad de adaptación y propagación explosiva se vio favorecida por el abandono de tierras agrícolas, la extensión de pastizales degradados y la ausencia de depredadores naturales.
Es un arbusto espinoso que puede alcanzar hasta 6 metros de altura. Sus semillas germinan fácilmente y forman densos matorrales que impiden el crecimiento de otras especies. Su sistema radicular profundo le permite sobrevivir en condiciones de sequía, lo que contribuye a su resistencia y expansión.
Impacto en los ecosistemas cubanos
La invasión del marabú ha tenido consecuencias devastadoras:
Pérdida de biodiversidad: Su densa cobertura impide el desarrollo de especies nativas, reduciendo la diversidad vegetal y afectando a la fauna que depende de estos ecosistemas.
Reducción de tierras cultivables: Se estima que alrededor del 20% de las tierras arables de Cuba están cubiertas por marabú, lo que limita la producción agrícola.
Impacto en la ganadería: Sus espinas dificultan el acceso del ganado a los pastos, reduciendo las áreas de alimentación y afectando la producción de carne y leche.
Incendios forestales: La acumulación de materia seca favorece la propagación de incendios, alterando el equilibrio ecológico de las regiones invadidas.
Según EcuRed, "A principios del siglo XXI cerca de 1.141.550 ha se encuentran invadidas (10% del territorio cubano, lo que es cerca de 18% de las tierras agropecuarias), afectando al 56% de las áreas ganaderas. Muchos lugares naturales y seminaturales han sido ocupados abrumadoramente por el marabú y han perdido sus formaciones vegetales nativas".
Factores que dificultan su control
El marabú es una especie extremadamente difícil de erradicar debido a varios factores:
Alta capacidad de rebrote: Incluso si se corta o se quema, vuelve a crecer rápidamente desde sus raíces.
Amplia dispersión de semillas: Se propaga fácilmente, especialmente en suelos degradados o abandonados.
Falta de depredadores naturales: En su hábitat original, existen insectos y hongos que lo regulan, pero en Cuba no hay enemigos naturales que lo frenen de forma efectiva.
Extensión del problema: Más del 20% de las tierras cultivables de Cuba están invadidas, lo que hace difícil una erradicación masiva con los recursos actuales.
Estrategias de control y aprovechamiento
A lo largo de los años, se han implementado diversas estrategias para enfrentar el problema del marabú:
Eliminación mecánica y química: A pesar de los esfuerzos de desbroce y el uso de herbicidas, el marabú sigue reapareciendo debido a su capacidad de rebrote.
Aprovechamiento económico: En los últimos años, se ha promovido el uso del marabú para la producción de carbón vegetal, exportado a Europa como biocombustible sostenible.
Control biológico y reforestación: Investigaciones han sugerido el uso de hongos patógenos y microorganismos para limitar su expansión. Además, la reintroducción de especies autóctonas puede contribuir a la regeneración de los suelos afectados.
Uso agroecológico: Explorar formas de integrarlo en sistemas agrícolas sostenibles, como cercas vivas o regeneración de suelos antes de su reconversión.
Perspectivas y soluciones
El control del marabú requiere un enfoque integral que combine la erradicación selectiva con estrategias de restauración ecológica. Es fundamental fortalecer la investigación científica y aplicar técnicas más efectivas para su manejo. Además, el desarrollo de una política agrícola que fomente el uso sostenible de las tierras es clave para evitar su expansión futura.
Conclusión
El marabú representa uno de los mayores desafíos ambientales y productivos de Cuba. Su impacto negativo sobre los ecosistemas y la economía requiere soluciones innovadoras y sostenibles. Con una combinación de tecnología, conocimiento y voluntad política, es posible mitigar su invasión y transformar este problema en una oportunidad para el desarrollo del país.
Notas:
Una especie invasora es un organismo no nativo de un ecosistema que, al establecerse y reproducirse, causa daño ambiental, económico o social. Su proliferación suele desplazar especies autóctonas, alterar hábitats y afectar actividades humanas como la agricultura y la pesca. Estas especies suelen carecer de depredadores naturales en su nuevo entorno, lo que favorece su expansión descontrolada.
Fuentes consultadas:
- EcuRed. (s.f.). Marabú. Recuperado el 2 de marzo de 2025, de https://www.ecured.cu/Marab%C3%BA
- Wikipedia. (s.f.). Dichrostachys cinerea. Wikipedia, la enciclopedia libre. Recuperado el 2 de marzo de 2025, de https://en.wikipedia.org/wiki/Dichrostachys_cinerea
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Copyright © Henrik Hernandez 2025
La redacción e investigación de este artículo han contado con la asistencia de inteligencia artificial, utilizada desde julio de 2024.
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