Domingo de Poesía con Cuba en el alma
por Henrik Hernandezpublicado en
¡Bienvenido al Tocororocubano.com!
Estamos orgullosos de conectarnos con Usted,
independientemente del lugar que se encuentre.
¡Le deseamos que disfrute de nuestros artículos y pase un
maravilloso momento junto a nosotros!
***
Por Henrik Hernandez
"Canto de orilla"
Mar de Cuba, espejo vivo,
azul eterno en la memoria,
tu oleaje guarda la historia
de un pueblo altivo y altivo.
Bajo el sol que dora y nombra,
las arenas son abrazo,
y cada ola es un lazo
que entre islas nunca se asombra.
Playa Girón, Cayo Largo,
Varadero, Santa Lucía,
cada espuma es melodía,
cada brisa un verso largo.
Coral y pez en armonía,
el mundo nace en tu abismo,
y hasta el silencio es un himno
cuando el alma se vacía.
¡Oh, mar Caribe bendito!
Tu abrazo cálido encierra
la libertad de esta tierra
y el susurro infinito
"Alma del Monte Cubano”
Bajo el sol de la sabana
se despierta la mañana,
y el sinsonte, soberano,
canta libre, canta hermano.
Desde el guayabo al palmar
se oye su trino entonar,
como guitarra guajira
que en el pecho se respira
cuando amanece el hogar
sobre la tierra más pura.
El colibrí diminuto,
con su plumaje absoluto,
va volando entre el rosal
como joya celestial.
Zunzuncito reluciente,
corazón del sol ardiente,
besa flores con pasión,
da a la vida bendición
y hace el campo más viviente
con su danza sin razón.
Verde el cañaveral crece
mientras el bohío aparece,
y un güajiro al son del viento
canta con el pensamiento.
El aroma del café
sube en nubes de yagué
y entre palma y flamboyán,
la campiña cubana es pan
del alma y del querer
que jamás se olvida, ve.
"La casa de todos"
(Relato poético patriótico)
En la sala sencilla de Henrik,
una lámpara vieja encendida
parecía un faro del alma
que abría paso a la vida.
No era una noche cualquiera:
era un llamado profundo,
una cita sin frontera
con lo cubano del mundo.
Vinieron desde Uppsala,
desde Solna y Danderyd,
otros llegaron de Norrtälje
con el alma hecha raíz.
Unos traían recuerdos,
otros traían heridas,
pero al cruzar esa puerta
se encendieron las vidas.
Sobre la mesa de cedro
reposaban versos de Martí,
y en la pared una bandera
flotaba como aliviando el sufrir.
Se habló de la Patria hermosa,
de la esperanza y la pena,
de cómo el amor no muere
ni entre océanos ni condenas.
Una mujer trajo un canto,
otro leyó su poema,
y un joven de ojos inquietos
confesó su viejo dilema:
—“¿Cómo amar lo que duele?
¿Cómo olvidar el dolor?”
Y una voz clara y serena
respondió: —“Con más amor.”
Henrik miraba en silencio,
con su café en la mano,
y en su pecho algo ardía
como un fuego soberano.
No era solo un encuentro,
era un pacto, una semilla,
un juramento sin firma
que cruzó toda la orilla.
Desde entonces esa casa
ya no fue solo su hogar:
fue un altar de la esperanza,
fue bandera sin doblar.
Si este el Domingo de Poesía resonó en ti, sigue navegando por otros temas donde Cuba late con fuerza y con razón.
Domingo de Poesía: donde Cuba también se escribe con el alma: https://tocororocubano.com/domingo-de-poesia/
****
Estimado lector, gracias por tu interés en mi artículo.
Si estás interesado en estos temas, suscríbete a tocororocubano.com, para no perderte las siguientes publicaciones. Apóyanos "votando a favor" y dejando tus comentarios.
Si encontraste útil este artículo, te invitamos a compartirlo con otros para que más personas conozcan mejor al Tocororo Cubano y sus narraciones sobre Cuba.
Copyright © Henrik Hernandez 2025
La redacción e investigación de este artículo han contado con la asistencia de inteligencia artificial, utilizada desde julio de 2024.
#cuba #tocororocubano #poesía
Comentarios