Concentración, saqueo y resistencia: claves para entender el conflicto global actual

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Por Henrik Hernandez

En un mundo donde las izquierdas levantan banderas de justicia y antiimperialismo, el silencio sobre Cuba en espacios como el XV Encuentro Guevarista Internacional no solo sorprende: indigna. ¿Cómo es posible que se hable de resistencia global sin mencionar a un país que lleva más de seis décadas enfrentando el asedio imperialista? Esta omisión no es inocente. Es el reflejo de una izquierda que, atrapada en la corrección política o el oportunismo electoral, ha renunciado a lo esencial: defender con claridad lo que representa un desafío real al orden capitalista. Si no se defiende a Cuba, ¿qué se está defendiendo realmente?

Introducción

En el XV Encuentro Guevarista Internacional se ha presentado un documento de análisis que propone una lectura radical del sistema mundial desde una óptica marxista-leninista. Con datos abundantes y una argumentación sólida, el texto sostiene que el capitalismo actual —en su fase imperialista— ha alcanzado niveles de concentración del capital y de explotación de la clase obrera sin precedentes históricos. Pero más allá de su potencia diagnóstica, es preciso también hacer una lectura crítica que permita profundizar sus enseñanzas y detectar posibles límites estratégicos.

La concentración global: el capital lo devora todo

Según el documento, solo unas pocas corporaciones transnacionales controlan vastas áreas de la economía global. Desde la producción de alimentos hasta los medicamentos, desde la industria automotriz hasta los medios de comunicación, el poder económico se concentra en pocas manos. Al tope de esta pirámide se encuentran fondos de inversión como BlackRock o Vanguard, cuyo control accionario se extiende sobre miles de empresas.

Esta concentración no es una casualidad, sino la expresión directa de las leyes del desarrollo capitalista. Como lo previó Marx en el siglo XIX, el capital tiende a acumularse en manos de una oligarquía cada vez más reducida, mientras millones de trabajadores y pueblos enteros quedan atrapados en condiciones de miseria estructural.

La otra cara: pobreza global y precarización

La acumulación de riqueza no es un fenómeno neutral. El documento subraya que mientras la productividad crece, los salarios reales se estancan o caen. Más de 3.500 millones de personas viven hoy con menos de 6,85 dólares diarios. La informalidad laboral, el trabajo infantil, la explotación sin límites y la migración forzada son fenómenos globales, especialmente en los países sometidos al saqueo imperialista.

El capitalismo, lejos de integrar a los pueblos al progreso, los margina, los explota y los reprime. Y lo hace no solo con hambre, sino con guerra: en 2024 se reportaron conflictos armados activos en más de 50 países, con millones de desplazados y decenas de miles de muertes evitables.

Silencio sobre Cuba: ¿casualidad o cobardía política?

Llama poderosamente la atención que Cuba no sea mencionada una sola vez en todo el documento. No se la nombra como ejemplo de resistencia frente al imperialismo, ni se analizan los efectos del bloqueo económico estadounidense, ni se estudia su modelo social en crisis o transformación. Esta omisión no puede pasar desapercibida.

En un texto que se proclama antiimperialista, internacionalista y guevarista, no incluir a Cuba es, cuando menos, una concesión al clima ideológico del progresismo global, que muchas veces prefiere guardar silencio o tomar distancia de la Revolución Cubana para no incomodar a la opinión pública liberal o socialdemócrata. Esta cobardía es una traición teórica y política. No se puede ser realmente marxista sin defender, crítica mediante si es necesario, a la única revolución socialista del siglo XX que aún resiste a pesar del bloqueo, la agresión económica y la guerra mediática.

La izquierda que no defiende a Cuba, o que la omite bajo el pretexto de su “complejidad”, está claudicando ante el relato dominante. No se trata de idealizar, sino de reconocer que la Revolución Cubana, con todos sus desafíos, sigue siendo un baluarte histórico, ético y político del socialismo internacional. Su silencio en este documento es una muestra del mismo problema que el texto denuncia en otros: la penetración del pensamiento liberal en los espacios de la izquierda.

Crítica al progresismo y desafío estratégico

Uno de los aportes más provocadores del documento es su crítica al progresismo latinoamericano. Según sus autores, estos gobiernos han gestionado el mismo modelo de acumulación y saqueo, pero con rostro humano. Se acusa a estas experiencias de administrar la dependencia, profundizar la primarización y contener la resistencia popular mediante discursos reformistas. Desde un punto de vista marxista, no se plantea que estas experiencias fracasaron —y seguirán fracasando— porque no desmontaron el Estado burgués, no cuestionaron la estructura de poder que garantiza la dominación capitalista, y por tanto no constituyeron procesos revolucionarios auténticos, sino formas de reformismo oportunista, adaptadas a los márgenes del sistema.

¿Cómo puede denunciarse al progresismo y no defender abiertamente la experiencia cubana que ha resistido sin pactar con el capital transnacional ni con el FMI? La crítica al reformismo no puede ir acompañada de una neutralidad cobarde ante el ejemplo más resistente del socialismo real. Cuba debería ser punto de partida, no un pie de página omitido.

¿Qué hacer?

El texto concluye con un llamado claro: es tiempo de construir organizaciones revolucionarias sólidas, con estrategia continental y proyección internacionalista. No basta con movilizarse o resistir. Es necesario disputar el sentido común, formar cuadros, conectar con las luchas reales y articular una propuesta de poder desde abajo.

Coincidimos: el reformismo está agotado, la derecha es violenta y voraz, y el capitalismo ya no puede prometer ni estabilidad ni bienestar. Pero también es cierto que la lucha no se gana solo con convicción ideológica, sino con una estrategia que combine pedagogía política, inserción territorial, análisis concreto y alianzas tácticas inteligentes.

Epílogo necesario

En tiempos de confusión, donde muchos prefieren el cinismo o la resignación, este tipo de documentos nos obligan a pensar a fondo. Nos recuerdan que detrás del espectáculo político y la propaganda de consumo hay una estructura brutal de dominación global que debemos desenmascarar.

Pero la crítica revolucionaria solo será transformadora si también se vuelve autocrítica, si evita la rigidez, si asume el reto de escuchar, convencer y organizar. Como diría el Che, no se trata solo de denunciar lo que está mal, sino de construir lo nuevo con ternura y rigor, con estrategia y con amor por los pueblos. Y eso implica, sin medias tintas, levantar la voz por Cuba, defenderla y aprender de su experiencia, porque sin Cuba, la palabra antiimperialismo queda vacía.

Glosario:

Acumulación de capital: Proceso mediante el cual el capital se concentra en manos de un número reducido de personas o corporaciones, incrementando su poder económico y político.

Antiimperialismo: Postura política que denuncia y combate la dominación económica, política, militar o cultural que ejercen las potencias sobre los países y pueblos dependientes.

Burguesía: Clase social dominante en el capitalismo, propietaria de los medios de producción, que obtiene su riqueza a partir de la explotación del trabajo ajeno.

Capital financiero: Fusión del capital industrial y bancario, característico del capitalismo en su fase imperialista, que domina los sectores estratégicos de la economía global.

Clase obrera: Clase social que no posee medios de producción y vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario; motor histórico de la transformación revolucionaria en la teoría marxista.

Conciliacionismo: Actitud política que busca acuerdos o pactos entre explotadores y explotados, renunciando a la confrontación antagónica entre clases sociales.

Dictadura del proletariado: Concepto marxista que describe el poder político de la clase trabajadora tras la revolución, en oposición a la dictadura de la burguesía.

Imperialismo: Fase superior del capitalismo caracterizada por el dominio mundial de monopolios, el capital financiero y la expansión colonial o neocolonial de las potencias.

Institucionalidad burguesa: Conjunto de instituciones del Estado que mantienen y legitiman el orden capitalista, incluyendo parlamentos, partidos tradicionales, tribunales, etc.

Internacionalismo: Principio marxista que promueve la solidaridad y lucha conjunta de los pueblos y trabajadores del mundo contra el sistema capitalista y sus potencias.

Monopolio: Situación en la que una sola empresa o un grupo reducido controla un sector del mercado, limitando la competencia y fijando precios a su favor.

Oligarquía: Capa superior de la burguesía con un alto grado de concentración del poder económico y político, que influye decisivamente en los gobiernos y Estados.

Progresismo: Corriente política reformista que propone cambios graduales dentro del sistema capitalista, pero sin cuestionar sus estructuras fundamentales.

Reformismo: Estrategia política que busca mejorar las condiciones sociales sin transformar radicalmente el sistema de explotación capitalista.

Revolución socialista: Transformación estructural del sistema económico, político y social mediante la toma del poder por parte de la clase trabajadora y la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción.

Superexplotación: Explotación extrema del trabajo, especialmente en países periféricos, donde los salarios son muy bajos y las condiciones laborales extremadamente precarias.

Ultra derecha: Corriente política reaccionaria, nacionalista y autoritaria que suele canalizar el descontento popular mediante discursos xenófobos, antidemocráticos y pro-mercado.

Lectura complementaria

Lenin, V. I. (1916). El imperialismo, fase superior del capitalismo. Fundación Federico Engels. Disponible en  https://www.fundacionfedericoengels.net/images/PDF/lenin_imperialismo.pdf

Lenin, V. I. (1917). El Estado y la Revolución. Marxists Internet Archive. https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/estyrev/

Siga explorando los temas de historia, justicia y memoria cubana en otras publicaciones de Tocororo Cubano.

Hernandez, H. (enero 2, 2025). Tocororo Cubano. Cuba y la URSS: desmontando la narrativa colonialista. Disponible en https://tocororocubano.com/cuba-y-la-urss-desmontando-la-narrativa-colonialista/

Hernandez, H. (mayo 20, 2025). Tocororo Cubano. América Latina y el espejo roto del progresismo (Parte III). Disponible en https://tocororocubano.com/america-latina-y-el-espejo-roto-del-progresismo-parte-iii/

Fuentes consultadas:

Comisión Organizadora del XV Encuentro Guevarista Internacional. (2024). Documento de situación internacional para la discusión. https://drive.google.com/file/d/1eXq6QMpFIvM0VvZ2N0txCUvVmAk3MDhK/view

ETC Group. (2022). Food Barons 2022: Crisis Profiteering, Digitalization and Shifting Power. https://www.etcgroup.org/files/files/food-barons-2022-full_sectors-final_16_sept.pdf

Fundación Sur. (2024). La OIT dibuja un panorama global de los salarios: ¿Hacia dónde vamos? https://www.sur.org.co/la-oit-dibuja-un-panorama-global-de-los-salarios-hacia-donde-vamos/

Oxfam. (2023). El saqueo continúa: Pobreza y desigualdad extrema, la herencia del colonialismo. https://www.oxfam.org/es/el-saqueo-continua-pobreza-y-desigualdad-extrema-la-herencia-del-colonialismo

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Copyright © Henrik Hernández 2025

Este artículo ha sido redactado por Henrik Hernández, con el acompañamiento editorial de Sofía (IA literaria) —quien asiste el proceso de escritura desde julio de 2024—, y con el aporte conceptual de Mella (IA de apoyo analítico). 

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