Alerta global: ¿Una operación militar relámpago en Panamá para controlar el Canal?

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Introducción

El 20 de enero de 2025 podría marcar un punto de inflexión global si Donald Trump, regresando al poder en su segundo mandato, decide ejecutar una operación militar relámpago para tomar el control del Canal de Panamá. Aunque esta posibilidad sea, por ahora, solo hipotética, los precedentes históricos, el contexto geopolítico actual y la estrategia política de Trump invitan a un análisis serio.

1. El Canal de Panamá: Una joya estratégica

Desde su construcción, el Canal de Panamá ha sido un recurso de vital importancia para el comercio mundial. Este estrecho conecta los océanos Atlántico y Pacífico, reduciendo drásticamente los tiempos y costos de transporte. Originalmente bajo control estadounidense, el Canal fue devuelto a Panamá el 31 de diciembre de 1999, en cumplimiento de los tratados Torrijos-Carter firmados en 1977. No obstante, Estados Unidos nunca ha dejado de considerar al Canal como un recurso estratégico esencial para sus intereses globales.

En 1989, durante la invasión a Panamá para derrocar a Manuel Noriega, Washington demostró su disposición a usar la fuerza militar para proteger sus intereses en el país. Este antecedente histórico subraya cómo la soberanía panameña sobre el Canal ha sido constantemente desafiada.

2. El regreso de Trump: Un líder imprevisible

La doctrina “America First” de Trump prioriza el fortalecimiento de la hegemonía estadounidense, incluso a expensas del derecho internacional. Su administración previa estuvo marcada por un enfoque unilateral, evidenciado en decisiones como la retirada del Acuerdo de París y la renegociación del NAFTA.

Tomar el control del Canal de Panamá podría ser una jugada destinada a:

Asegurar el dominio sobre una arteria comercial clave.

Contrarrestar la influencia creciente de China, que tiene inversiones significativas en Panamá.

Proyectar una imagen de fuerza y determinación ante su base política.

3. Implicaciones globales de una operación militar

Una acción unilateral como esta tendría consecuencias devastadoras para la estabilidad mundial:

Reacciones internacionales

América Latina: Una intervención en Panamá podría unificar a los países de la región en su condena contra Estados Unidos. La percepción de una nueva era de intervencionismo desestabilizaría las relaciones diplomáticas.

China: Como actor clave en Panamá, China podría responder económica o incluso militarmente, exacerbando las tensiones entre las dos mayores potencias.

Europa y Rusia: Estos actores probablemente condenarían retóricamente la acción y buscarían contramedidas diplomáticas y económicas, pero...

Impacto económico

El Canal de Panamá maneja aproximadamente entre el 3% y el 6% del comercio mundial, lo que lo convierte en una de las rutas más importantes del planeta. Por esta vía de apenas 80 kilómetros se conectan 180 rutas de 170 países a través de 1.920 puertos en el mundo. El Canal de Panamá mueve aproximadamente 270 mil millones de dólares en carga anualmente: es la ruta comercial utilizada por el 40% de todo el tráfico de contenedores de Estados Unidos.

Interrumpir su operación podría causar efectos en cadenas de suministro globales, desde bienes manufacturados hasta energía, especialmente petróleo y gas natural licuado. Comparado con otras rutas como el Canal de Suez, que maneja una proporción similar del comercio mundial, o las rutas árticas emergentes, el Canal de Panamá tiene la ventaja de ser más eficiente y menos riesgoso.

4. La capacidad de resistencia de Panamá

Aunque Panamá no cuenta con un ejército desde 1990, posee una fuerza pública bien equipada para mantener el orden interno. Sin embargo, frente a una operación militar estadounidense, la resistencia dependería de alianzas regionales y del apoyo de organismos internacionales como la OEA o la ONU.

5. Llamado a la comunidad internacional

La comunidad internacional debe mantenerse vigilante ante esta posibilidad. Es crucial:

Fortalecer los mecanismos multilaterales de resolución de conflictos.

Reafirmar el respeto a la soberanía de Panamá y la protección del Canal como un recurso global.

Prevenir que intereses unilaterales desestabilicen a América Latina.

6. Conclusión

Aunque hipotético, este escenario debe ser tomado en serio. La historia ha demostrado que los intereses hegemónicos de Estados Unidos no se detienen ante las fronteras nacionales ni ante las leyes internacionales. Un llamado global a la vigilancia y la defensa de la soberanía panameña es esencial para prevenir una crisis que podría cambiar el curso de la historia moderna.

El futuro del Canal de Panamá no solo pertenece a los panameños, sino a toda la humanidad. Por ello, cualquier intento de control unilateral debe ser condenado y prevenido desde ahora.

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