Un ictiosaurio en Cuba: fósil, ciencia y soberanía del pasado

El hallazgo en la cueva del Farallón y la importancia de conservar la memoria geológica

El anuncio de la presentación de un documental por Canal Caribe sobre el hallazgo de un fósil de gran talla en Cuba ha despertado un notable interés científico y cultural. El descubrimiento corresponde a un ictiosaurio, un reptil marino del Mesozoico, cuyos restos fueron encontrados en la cueva del Farallón, en el Valle de Viñales. Más allá del impacto mediático, el hecho posee una trascendencia profunda para la comprensión de la historia natural de la Isla y del Caribe.

No se trata únicamente de un fósil excepcional por su tamaño o antigüedad, sino de un hallazgo que revela cómo Cuba formó parte activa de antiguos mares ricos y complejos, capaces de sostener grandes depredadores oceánicos. Al mismo tiempo, el modo en que este fósil ha sido gestionado y protegido constituye una lección de ciencia responsable y soberanía patrimonial.

Los ictiosaurios: dominio y adaptación en los mares mesozoicos

Los ictiosaurios fueron reptiles marinos altamente especializados que habitaron los océanos desde el Triásico hasta el Cretácico, hace más de 100 millones de años. Aunque a menudo se los confunde con dinosaurios, pertenecen a un linaje distinto, completamente adaptado a la vida marina.

Su morfología —cuerpo hidrodinámico, extremidades transformadas en aletas, cola vertical y grandes órbitas oculares— es un ejemplo clásico de convergencia evolutiva, comparable a la forma de los delfines actuales. Estas características les permitieron ocupar con éxito los niveles superiores de la cadena trófica marina durante millones de años.

El hallazgo en la cueva del Farallón: una excepción científica

El fósil descubierto en la cueva del Farallón posee un valor extraordinario por varias razones. En primer lugar, se trata de un fósil articulado, con los huesos conservando su posición anatómica original. En regiones tropicales y kársticas como Cuba, este tipo de preservación es extremadamente raro debido a la erosión, la humedad y la intensa actividad geológica.

En segundo lugar, el contexto geológico del hallazgo es especialmente relevante. La presencia del fósil en una caverna indica una compleja secuencia de procesos: antiguos fondos marinos, sedimentación, litificación, levantamientos tectónicos y posterior karstificación de las calizas. El ictiosaurio no es solo un resto biológico, sino un registro tridimensional de la historia geológica cubana.

Este hallazgo confirma que Cuba no fue una periferia ecológica en el Mesozoico, sino parte integrante de un amplio sistema marino que conectaba el Caribe con el Golfo de México y el Atlántico temprano.

Conservación in situ: ciencia, ética y soberanía

Un aspecto fundamental —y a menudo pasado por alto— es que el fósil no fue retirado del lugar del hallazgo. El ictiosaurio permanece in situ, incrustado en la roca de la cueva del Farallón, la cual se encuentra bajo custodia y protección.

Esta decisión tiene un enorme valor científico. Extraer el fósil habría implicado la pérdida irreversible de información contextual: la relación exacta con los estratos, la orientación de los restos, las huellas de fosilización y los indicadores de los procesos geológicos que actuaron durante millones de años. Mantenerlo en su lugar permite investigaciones futuras mediante técnicas no invasivas y preserva el entorno como un sistema integral.

Desde el punto de vista patrimonial, esta práctica representa un acto de soberanía científica. El fósil no ha sido convertido en mercancía, ni trasladado a colecciones externas, ni despojado de su contexto original. Permanece como parte del patrimonio natural cubano, protegido y estudiado desde el país.

En un mundo donde numerosos fósiles del Sur global han sido extraídos y exhibidos lejos de sus territorios, la conservación in situ del ictiosaurio cubano marca una diferencia ética y política de gran importancia.

Ciencia, memoria y nación

La realización de un documental cubano sobre este hallazgo no es un hecho menor. Divulgar el descubrimiento desde una narrativa propia contribuye a fijar el conocimiento en la memoria colectiva y a defender el derecho de Cuba a contar su historia natural con voz propia.

El fósil del Farallón se convierte así en algo más que un objeto de estudio: es un testigo silencioso de un Caribe profundo y antiguo, y una afirmación de que la ciencia también forma parte de la identidad y la resistencia cultural.

Conclusión

El ictiosaurio hallado en la cueva del Farallón no es solo un reptil marino extinto. Es evidencia material de los mares que una vez cubrieron Cuba, de la complejidad geológica de la Isla y de la capacidad del país para proteger y estudiar su patrimonio natural con rigor y dignidad.

En tiempos donde la historia, la ciencia y la soberanía son constantemente disputadas, incluso un fósil puede convertirse en una afirmación de identidad y futuro.

Glosario  de términos clave:

Ictiosaurio:

Reptil marino extinto del Mesozoico, adaptado completamente a la vida oceánica.

Fósil articulado:

Restos fósiles que conservan la disposición anatómica original de los huesos.

Mesozoico:

Era geológica que abarca aproximadamente de 252 a 66 millones de años atrás.

Karst:

Tipo de relieve formado por la disolución de rocas calizas, característico de cuevas y cavernas.

Conservación in situ:

Protección del patrimonio natural o cultural en su lugar original, sin traslado.

Fuentes consultadas:

Canal Caribe. (2024). Presentarán documental sobre fósil de gran talla hallado en Cuba [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=KbN_ijltgQY

Suárez Rivas, R. (2023, 5 de diciembre). El descubrimiento paleontológico del siglo en Cuba. Granma. https://www.granma.cu/cuba/2023-12-04/el-descubrimiento-paleontologico-del-siglo-en-cuba-04-12-2023-20-12-00

Redacción JT. (2025, 14 de septiembre). ¿Qué es Ichthyosaurus torrei? El último secreto del Jurásico caribeño. Juventud Técnica. https://www.juventudtecnica.cu/articulos/que-es-ichthyosaurus-torrei-el-ultimo-secreto-del-jurasico-caribeno/

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Por Henrik Hernandez - Tocororo Cubano