"Si cae Maduro, caerá Cuba”: anatomía de una doctrina de colapso inducido

Introducción: anatomía de una doctrina de colapso inducido

La afirmación atribuida al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio —“si cae Maduro, caerá también el régimen cubano”— no es una frase improvisada ni una simple provocación retórica. Se trata de la formulación explícita de una doctrina estratégica que concibe el cambio político en Cuba como el resultado de un proceso de asfixia indirecta, basado en la eliminación de alianzas externas clave y en el desgaste prolongado de las condiciones internas de vida.

Comprender esta tesis exige ir más allá de la coyuntura venezolana y examinar los supuestos históricos, estructurales y teóricos que la sostienen, así como los errores de diagnóstico que la atraviesan.

La tesis Rubio: colapso por asfixia indirecta

La lógica central de la estrategia defendida por Rubio parte de una premisa aparentemente simple: Cuba no puede ser derrotada directamente, por lo que debe ser debilitada eliminando sus apoyos externos fundamentales. En este esquema, Venezuela aparece como el principal proveedor de energía, respaldo político e intercambio estratégico, convertido en un supuesto “pulmón” sin el cual la isla colapsaría política y socialmente.

Esta visión no busca reformas internas, transiciones negociadas ni aperturas graduales. Su objetivo declarado es el colapso inducido, provocado por el deterioro económico sostenido, la escasez estructural y la pérdida de condiciones mínimas de funcionamiento del Estado cubano.

Un error histórico recurrente: confundir crisis con colapso

El primer problema de esta tesis es su debilidad histórica. Cuba ya experimentó una ruptura externa infinitamente más severa que una eventual caída de Venezuela: la desaparición de la Unión Soviética. A inicios de los años noventa, la isla perdió de forma abrupta su principal socio comercial, financiero y energético, en una magnitud muy superior a la relación actual con Caracas.

El resultado fue una contracción económica extrema y un deterioro social profundo, pero no un colapso político. El Estado cubano sobrevivió, se reconfiguró y mantuvo la cohesión institucional básica. Este hecho histórico demuestra que una crisis económica, incluso de gran magnitud, no produce automáticamente la caída de un sistema político, especialmente cuando existen control territorial, capital humano y una cultura histórica de resistencia.

Cuba y Venezuela: diferencias estructurales ignoradas

Otro supuesto problemático de la doctrina “si cae Maduro, cae Cuba” es la idea de una fragilidad estructural compartida entre ambos países. Venezuela es una economía históricamente monoexportadora, dependiente de la renta petrolera, con una desarticulación productiva profunda y un aparato estatal atravesado por tensiones internas persistentes.

Cuba, en cambio, presenta una economía diversificada en su precariedad, un alto nivel de capital humano, instituciones estatales funcionales —aunque fuertemente burocratizadas— y unas Fuerzas Armadas cohesionadas. Estas diferencias estructurales hacen que el tipo de colapso proyectado para Venezuela no sea directamente transferible al caso cubano.

La falacia estratégica: confundir un sistema rígido con una regencia adaptativa

La tesis de Rubio incurre en un error de diagnóstico más profundo: concibe a Cuba como un sistema rígido, dependiente de un único pilar externo, cuya remoción provocaría el colapso automático del conjunto. Esta visión ignora que Cuba funciona, en términos sistémicos, como una regencia local, es decir, como un sistema capaz de mantener coherencia interna mediante procesos de adaptación, aun bajo condiciones extremas de presión externa.

Desde la perspectiva de la Cosmología de Regencias Locales (CRL), la resiliencia de un sistema político no depende de un solo flujo económico o energético, sino de su capacidad para preservar sentido, legitimidad y control operativo dentro de sus límites históricos y materiales. La experiencia del Período Especial fue una prueba empírica de ese principio: un shock externo absoluto no destruyó el sistema, sino que lo obligó a reconfigurarse para sobrevivir.

En este sentido, la doctrina “si cae Maduro, cae Cuba” no constituye una predicción histórica ni un análisis sistémico riguroso, sino una narrativa de colapso diseñada para justificar políticas de presión prolongada.

Plusdirección y negación de la soberanía como principio

La estrategia defendida por Rubio puede entenderse también como un ejercicio explícito de plusdirección geopolítica: la pretensión de un poder externo de dirigir coercitivamente el destino político de otros Estados, negando su soberanía como principio operativo real.

En este marco, Venezuela no es un objetivo en sí mismo, sino una variable instrumental dentro de una ecuación mayor orientada a imponer un rediseño político regional desde fuera. La plusdirección no se manifiesta aquí como ocupación militar directa, sino como gestión estratégica del desgaste, orientada a reducir progresivamente la capacidad de autoorganización, decisión y legitimidad de los sistemas sometidos a presión.

El colapso, en esta lógica, no es un accidente: es el método.

El verdadero campo de batalla: coherencia interna y control popular

Desde esta perspectiva, la caída o no de Venezuela actúa como factor agravante, pero no como causa determinante. El futuro de Cuba depende mucho más de variables internas: el grado de control popular real sobre la propiedad social, la capacidad de renovación política, la reducción de la burocratización y la preservación de consensos sociales mínimos.

Una ruptura abrupta con Venezuela podría intensificar tensiones económicas y sociales, pero solo conduciría a un colapso político si coincidiera con una pérdida profunda de coherencia interna. Sin ese fallo interno, el escenario de derrumbe automático sigue siendo más un deseo estratégico que una realidad históricamente fundada.

Conclusión

La doctrina “si cae Maduro, cae Cuba” revela más sobre las aspiraciones de la política estadounidense que sobre la realidad cubana. Subestima la resiliencia histórica de la isla y sobrestima el papel de un único aliado externo. Sin embargo, no debe ser minimizada: su verdadero peligro reside en la apuesta por la erosión lenta, el agotamiento social y la corrosión interna.

Cuba puede sobrevivir a la caída de Venezuela. Lo que no sobreviviría es a una pérdida sostenida de sentido, control popular y coherencia social.

Glosario de términos clave:

Colapso inducido:

Estrategia orientada a provocar la caída de un sistema político mediante presión externa prolongada, sin intervención militar directa.

Cerco indirecto:

Política de aislamiento que actúa sobre alianzas, flujos económicos y apoyos externos en lugar de atacar directamente al país objetivo.

Regencia local (CRL):

Sistema capaz de mantener coherencia interna y capacidad operativa dentro de límites históricos y materiales, aun bajo presión entrópica externa.

Presión entrópica externa:

Conjunto de acciones económicas, políticas, psicológicas y diplomáticas orientadas a degradar progresivamente la coherencia de un sistema.

Plusdirección:

Ejercicio de poder asimétrico mediante el cual un actor externo intenta dirigir coercitivamente el destino político de otro sistema, negando su soberanía efectiva.

Economía rentista:

Modelo económico basado en la exportación dominante de un recurso natural, con baja diversificación productiva.

Fuentes consultadas:

New York Times. (2025). Marco Rubio’s strategy toward Venezuela and Cuba. The New York Times. (acceso limitado sólo suscriptores) 

CiberCuba — “Marco Rubio’s strategy for Cuba and Venezuela…”: https://en.cibercuba.com/noticias/2025-12-14-u1-e199894-s27061-nid316702-estrategia-marco-rubio-cuba-venezuela-cae-maduro

Castro Ruz, F. (2005, 6 de diciembre). Discurso de Fidel en el Aula Magna. Cubadebate. http://www.cubadebate.cu/especiales/2005/12/06/discurso-fidel-aula-magna/

Hernandez, H. Habitar el límite: bases de un pensamiento filosófico sobre coherencia, poder y vida. Tocororo Cubano.
https://tocororocubano.com/habitar-el-limite-bases-de-un-pensamiento-filosofico-sobre-coherencia-poder-y-vida/

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Por Henrik Hernandez - Tocororo Cubano

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