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"Noche de Campeones": un golpe al legado de Fidel Castro

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"Noches de Campeones"

El evento "Noche de Campeones" en Cuba, que marcó el regreso del boxeo profesional a la isla después de más de 60 años, es un hito que merece un análisis crítico, especialmente desde el punto de vista ideológico y cultural. Este retorno del pugilismo remunerado plantea una serie de preguntas sobre los valores que han definido a la Cuba revolucionaria y su postura hacia el deporte como derecho del pueblo.

Mercantilismo vs deporte socializado

En este contexto, "mercantilismo" se refiere a la comercialización del deporte, donde las actividades y competencias deportivas, como el boxeo, se enfocan en la generación de ganancias económicas. Esto incluye la profesionalización de los atletas, la venta de derechos de transmisión y la organización de eventos con el fin de maximizar ingresos, en lugar de priorizar el acceso universal y el desarrollo deportivo como un derecho del pueblo. Este enfoque contrasta con los ideales de la Revolución cubana, que promovían el deporte como un bien colectivo, libre de intereses comerciales.

El "deporte socializado" se refiere a la organización del deporte como un bien colectivo, accesible a todos y libre de las influencias comerciales, reflejando los ideales de la Revolución cubana. El "amateurismo" enfatiza la práctica del deporte sin ánimo de lucro, enfocada en la participación, el desarrollo personal y la competencia justa. 

Análisis 

Argumentos a favor del mercantilismo: Desde una perspectiva positiva, la "Noche de Campeones" podría verse como una adaptación pragmática a las realidades globales del deporte. Permitir que los boxeadores cubanos compitan profesionalmente y reciban compensaciones monetarias puede mejorar sus condiciones de vida, motivarlos a permanecer en el país (lo cual dudamos) y fortalecer la competitividad de Cuba en el escenario internacional. Además, este tipo de eventos tiene el potencial de atraer inversiones extranjeras y fomentar el turismo deportivo, lo que podría inyectar capital necesario en la economía cubana.

Image by elukac from Pixabay

Argumentos en contra del mercantilismo: Sin embargo, el evento también suscita críticas desde una perspectiva ideológica. La profesionalización del boxeo en Cuba puede ser vista como una traición a los principios fundamentales de la Revolución, que siempre defendió el deporte como un bien colectivo, accesible para todos y no sujeto a las dinámicas del mercado. Al reintroducir el boxeo profesional, se corre el riesgo de mercantilizar un aspecto de la cultura cubana que ha sido históricamente promovido como un derecho del pueblo, no como un producto comercial. Esto podría generar desigualdades y erosionar los valores de solidaridad y colectivismo que han sido pilares del sistema socialista cubano.

Reflexión

La "Noche de Campeones" representa un cambio de dirección que, aunque podría traer beneficios económicos y deportivos, también pone en riesgo los valores ideológicos que han definido a Cuba durante décadas. El desafío será encontrar un equilibrio entre la necesidad de "modernización" y la preservación de los ideales que han guiado al país desde la Revolución. 

Si bien algunos pueden ver este evento como una oportunidad para modernizar el deporte cubano y generar ingresos, nosotros creemos que su impacto ideológico y cultural es profundamente negativo. La profesionalización del boxeo, (u otro deporte) una práctica abolida por la Revolución, no solo contradice los valores socialistas que han definido a nuestro país, sino que también podría ser la antesala para la legalización de prácticas degradantes como las peleas de perros, gallos y la proliferación de casas de apuestas y ¿Por qué no, el resurgimiento de burdeles?, marcando con ello lo que podríamos definir como el regreso deportivo de Cuba a la degradación moral del mercantilismo existente antes de la Revolución y despedirse de las glorias que tanto amamos. El regreso al profesionalismo es una eutanasia al deporte cubano y su humanismo. 

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Fidel Castro siempre promovió el deporte como un derecho del pueblo, no como un negocio. Al reintroducir el profesionalismo, estamos no solo alejándonos de esos principios, sino también abriendo la puerta a la comercialización de aspectos de nuestra cultura que deberían permanecer inalterados y accesibles para todos. 

Desde nuestra perspectiva en Tocororo Cubano, es un paso en la dirección equivocada. La preservación de los valores revolucionarios y el respeto por el legado de nuestro deporte promovido por Fidel Castro, deben prevalecer sobre cualquier intento de mercantilizar lo que siempre ha sido un bien común, accesible y libre de los intereses del mercado.

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De acuerdo a una noticia que nos llego posteriormente a la publicación de este artículo "Cuba suspendió el deporte profesional en el país y sus atletas en 1961 y lo permitió parcialmente en 2013. En 2022, la prohibición se levantó por completo". Esto nos muestra que es política definida y no "ocasional" como se pretende a presentar desde el punto de vista de algunos defensores de tal evento, como tampoco la crítica de mi artículo está dirigida a disminuir la "valía de nuestros atletas". 

Fuentes consultadas:

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Copyright © Henrik Hernandez 2024

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