Mutismo inquietante
por Henrik Hernandezpublicado enBienvenido a Tocororocubano.com.
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¡Esperamos que cada palabra despierte su curiosidad y lo lleve más allá de lo evidente!
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El amanecer encuentra a Henrik tan exhausto como si hubiera trabajado toda la noche. Los sueños inquietos que lo han perseguido durante la madrugada aún pesan sobre él. Su mente estaba nublada por los fragmentos de sueños inquietos que apenas lograba recordar. Después de una ducha fría, decide desayunar algo de lo que Leo le puede ofrecer, cuando de repente, alguien llama a la puerta.
Es Leo quien abre la puerta y, tras un breve intercambio, se dirige a la cocina para decirle a Henrik: "Henrik, dos compañeros desean hablar contigo". Henrik, aún sin camisa, se apresura a ponerse un pulóver y se dirige a la sala.
Allí, sentados, están dos agentes, quienes se ponen de pie y, con una actitud cordial, le tienden la mano presentándose como Ulises y Enrique. Henrik reconoce de inmediato a Ulises; es uno de los agentes que ha actuado en la cremería el día anterior.
Todos toman asiento, y los agentes comienzan a explicar la situación: "Las dos personas que fueron llevadas a la Estación de Policía ayer, cuando su sobrino pidió ayuda, bajo sospecha de anormalidad en sus pasaportes. Ulises, con su experiencia en cuanto a documentos de identidad - dijo Enrique - notó algo extraño en los pasaportes que llevaban esos hombres. Sin embargo, tras realizar un control exhaustivo, se ha determinado que los documentos están en regla. Como resultado, los agentes los llevaron al hostal donde se alojan como turistas y, con una disculpa formal por el inconveniente, quedaron libres de toda sospecha".
Henrik permanece calmado exteriormente, pero sus pensamientos empiezan a acumular preguntas sin respuesta. ¿Por qué estos hombres están tan interesados en él? ¿Realmente los documentos están en orden o hay algo más que no le están contando?
"Queríamos informarle sobre la situación", continúa Enrique. "Pero también nos gustaría saber su versión de los hechos. ¿Puede contarnos qué ocurrió? ¿Cuándo los vio por primera vez y bajo qué circunstancias?"
Henrik relata todo lo que ha sucedido, desde su partida del hotel en La Habana hasta su viaje a Bayamo y lo ocurrido en la cremería. Intencionadamente guarda silencio sobre lo que sucedió en la habitación del hotel. Lo hace con remordimiento, pues quizá eso podría dar una respuesta a todas sus interrogantes, pero de ninguna manera desea que la ama de llaves del hotel sea inculpada, ni mucho menos que su estancia se prolongue más allá de lo planeado. Tampoco menciona nada sobre lo ocurrido en el aeropuerto, ya que cree que no tiene relación, ni por las circunstancias ni por las personas involucradas. Detalla cada encuentro inquietante y distante con los dos hombres. Su relato parece satisfacer a los agentes, quienes al final le agradecen su tiempo. Antes de marcharse, le entregan una nota con un número de teléfono móvil, diciendo: "Si algo más ocurre, no dude en contactarnos", le expreso Enrique.
Henrik toma la nota, pero la inquietud sigue creciendo en su interior. Algo no encaja, y sabe que esta historia aún no ha llegado a su fin. Lo cual experimentará posteriormente, sin aún saberlo. Mientras observa cómo los agentes se retiran, una serie de preguntas comienzan a rondar su mente: ¿Por qué aquellos hombres lo siguen tan de cerca? ¿Será todo una simple coincidencia o están involucrados en algo más oscuro? Y lo más desconcertante de todo, ¿qué pueden querer de él?
A pesar de los esfuerzos de la policía por esclarecer la situación, la sensación de vigilancia constante no desaparece. Los hechos, envueltos en un mutismo extraño, se aferran a Henrik como una sombra, dejando una inquietud persistente. El silencio en torno a las verdaderas intenciones de aquellos hombres parece más pesado con cada paso que da. ¿Cuánto tiempo más podrá ignorar las señales antes de enfrentarse a la verdad?
Tomo asiento una vez más y se sumó en un mutismo inquietante, como si los árboles le impidieran ver al bosque.
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