Educación y Sociedad

Marcha del Pueblo Combatiente: un mensaje de unidad y soberanía ante EE. UU. y la mafia anticubana

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Foto: Omara García Mederos y Luis Jiménez Echevarría, tomada de https://www.acn.cu/cuba/con-unidad-responden-los-cubanos-a-la-hostilidad-imperialista-fotos

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Introducción

Desde los albores de la Revolución Cubana en 1959, el pueblo cubano ha enfrentado agresiones de diversa índole por parte de los Estados Unidos. Estas acciones han incluido el bloqueo económico, la guerra mediática, las operaciones encubiertas y la presión diplomática en foros internacionales. Sin embargo, Cuba ha demostrado una y otra vez que posee un arma que supera cualquier medida hostil: la unidad.

Unidad: base de la resistencia cubana

La unidad del pueblo cubano ha sido clave para enfrentar los desafíos impuestos por el bloqueo y las agresiones externas. Este concepto, constantemente reforzado en el discurso y la acción política, no es solo un ideal abstracto, sino una realidad tangible que se manifiesta en la solidaridad, el compromiso colectivo y la movilización social.

A lo largo de las últimas seis décadas, la capacidad de Cuba para mantenerse cohesionada ha sido una barrera infranqueable para las intenciones de fragmentar y desestabilizar la isla. En situaciones de crisis, como el Período Especial en los años 90 o los momentos más álgidos de la pandemia de COVID-19, la sociedad cubana ha mostrado una resiliencia excepcional basada en la cooperación y el sacrificio colectivo.

La marcha del 20 de diciembre de 2024: un ejemplo de unidad

La reciente Marcha del Pueblo Combatiente, celebrada el 20 de diciembre de 2024 en La Habana, es una expresión viva de esta unidad.

La Marcha del Pueblo Combatiente del 20 de diciembre de 2024 ha tenido una relevancia singular en el contexto actual por varios factores:

Reafirmación de la soberanía cubana

La marcha se celebró en un momento en que el bloqueo económico de Estados Unidos ha intensificado sus impactos, incluyendo la reciente ratificación de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. La movilización no solo expresó el rechazo a estas medidas, sino que también reafirmó el compromiso del pueblo cubano con su soberanía, independencia y dignidad frente a las agresiones externas.

Respuesta a la Intensificación del bloqueo y el mantenimiento de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo.

Las sanciones económicas han afectado gravemente al país, limitando su acceso a bienes esenciales, servicios financieros y mercados internacionales. La marcha representó una denuncia pública de estas medidas y una muestra de resistencia frente a la presión estadounidense. Es un acto simbólico que envía un mensaje al mundo sobre la determinación de Cuba para resistir, a pesar de las adversidades.

Demostración de unidad nacional

En un contexto de crisis económica, donde los problemas internos podrían ser explotados para dividir a la sociedad, la marcha subrayó la unidad del pueblo cubano en torno a la defensa de su sistema político y social. A pesar de las narrativas externas que intentan subrayar descontentos, la participación masiva evidenció el respaldo popular a los ideales revolucionarios.

Significado histórico y cultural

Las marchas del pueblo combatiente tienen raíces en los años 80, siendo una respuesta simbólica y práctica a las amenazas externas. Esta continuidad histórica refuerza su importancia como una tradición política que conecta a las generaciones actuales con las luchas pasadas, destacando la resiliencia del pueblo cubano.

Proyección internacional

La marcha fue un mensaje político dirigido no solo al pueblo cubano, sino también a la comunidad internacional, destacando las injusticias del bloqueo y la hipocresía de las medidas estadounidenses. La movilización es un recordatorio de que el bloqueo no solo afecta a Cuba, sino que también viola principios fundamentales del derecho internacional.

Un llamado a la solidaridad mundial

En el contexto de la votación anual en la ONU sobre el bloqueo, la marcha sirvió como un acto de solidaridad que refuerza el llamado al cese de esta política, uniéndose a las voces de los países que han expresado su rechazo a las sanciones.

En conclusión, esta edición de la Marcha del Pueblo Combatiente no solo tuvo un impacto local, al fortalecer la identidad y la unidad nacional, sino que también actuó como un importante acto de resistencia simbólica y política frente a las agresiones imperialistas.

La unidad como disuasor político y social

El objetivo principal de las políticas hostiles de EE. UU. hacia Cuba ha sido provocar una ruptura interna que debilite al gobierno revolucionario. Sin embargo, estas medidas han generado el efecto contrario: consolidar la unidad del pueblo en torno a un proyecto social que defiende la soberanía y la autodeterminación.

Esta cohesión no solo se expresa en la esfera política, sino también en la vida cotidiana. Desde los Comités de Defensa de la Revolución hasta las brigadas solidarias que enfrentan desastres naturales, la unidad ha sido el eje central de la capacidad de Cuba para resistir y avanzar.

Un mensaje para el mundo

En un contexto global marcado por la fragmentación y la polarización, la unidad del pueblo cubano es también un mensaje para otras naciones. Frente a las agresiones externas, los intentos de dominación y las crisis económicas, la clave para resistir no está en la confrontación interna, sino en la capacidad de actuar de manera colectiva, priorizando el bienestar común sobre los intereses particulares.

El rol de la Revolución en la construcción de la unidad

La Revolución Cubana ha sido el catalizador de esta unidad. A través de un sistema que prioriza la educación, la salud y la justicia social, el gobierno cubano ha creado un tejido social que, aunque sometido a grandes presiones, se mantiene firme. Los valores inculcados desde las primeras etapas de la Revolución han moldeado una identidad nacional que trasciende generaciones y refuerza el compromiso con la defensa de la soberanía.

Desafíos actuales y futuros

No obstante, la unidad de Cuba enfrenta retos en un mundo globalizado y cada vez más complejo. Las campañas mediáticas, las presiones económicas y las divisiones generacionales son factores que buscan erosionar esta fortaleza. Pero, como lo ha demostrado la historia reciente, el pueblo cubano tiene una capacidad extraordinaria para adaptarse, reinventarse y mantenerse unido frente a la adversidad.

Conclusión

La unidad del pueblo cubano no es solo un concepto político, sino una estrategia de sobrevivencia y un escudo frente a las agresiones externas. En un mundo donde la fragmentación parece ser la norma, Cuba sigue demostrando que la cohesión social y la solidaridad son armas poderosas que pueden desafiar incluso a las más grandes potencias.

La Marcha del Pueblo Combatiente del 20 de diciembre de 2024 fue una clara muestra de que la unidad sigue siendo el principal disuasor de Cuba frente a las políticas hostiles de Estados Unidos. Este evento, como muchos otros en la historia de la Revolución, reafirma que un pueblo unido es capaz de resistir y vencer cualquier intento de dominación. Esa unidad, forjada en la lucha y en los valores compartidos, sigue siendo el arma disuasoria más poderosa de Cuba ante los EE. UU.

Fuentes consultadas:

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Copyright © Henrik Hernandez 2024

La redacción e investigación de este artículo han contado con la asistencia de inteligencia artificial, utilizada desde julio de 2024.

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