Historia

La Ley Helms-Burton: una Operación Mangosta 2.0

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Senaka Silva, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons

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Introducción

La historia de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba ha estado marcada por estrategias de hostilidad, dirigidas a asfixiar la economía cubana y forzar un cambio en su sistema político. A lo largo de los años, estas políticas han evolucionado en métodos y contextos, pero mantienen el mismo fin. Dos de las políticas más significativas y agresivas en este sentido han sido la Operación Mangosta y la Ley Helms-Burton, las cuales, aunque separadas por varias décadas, comparten inquietantes similitudes en sus objetivos y tácticas.

Es válido argumentar que la Ley Helms-Burton no solo es una “Operación Mangosta 2.0” sino que también se puede entender como una forma de terrorismo económico y coerción mafiosa en el ámbito internacional.

La Ley Helms-Burton refleja lo que algunos consideran un carácter terrorista y mafioso de la políticas de Estados Unidos hacia Cuba, ya que emplea métodos de intimidación, sanciones y amenazas extraterritoriales con el objetivo de controlar y desestabilizar a otro país soberano.

La Helms-Burton, con sus disposiciones de sanciones secundarias y su alcance extraterritorial, actúa de manera similar a una estructura mafiosa, donde se impone un “castigo” a quienes desafían las reglas, extendiendo así su influencia a nivel global. Además, la presión económica sobre la población civil y el intento de inducir cambios políticos mediante el asedio financiero pueden ser vistos como tácticas de terrorismo económico, diseñadas para generar caos y sufrimiento como medio de coerción.

Por tanto, este tipo de legislación puede interpretarse como una expresión de tácticas coercitivas y de presión económica extrema, que comparten elementos característicos tanto de la mafia como del terrorismo, aplicados en una escala internacional por el gobierno de Estados Unidos.

La Operación Mangosta: guerra económica y sabotaje

Después del fracaso de la invasión de Playa Girón (Bahía de Cochinos) en 1961, Estados Unidos lanzó la Operación Mangosta, una campaña encubierta dirigida por la CIA, cuyo objetivo era desestabilizar y derrocar al gobierno de Fidel Castro.

Bajo la dirección del general Edward Lansdale, Mangosta empleó tácticas de guerra económica, sabotaje y terrorismo para provocar el caos en Cuba. Se llevaron a cabo más de 5,780 actos terroristas durante los 14 meses de vigencia de la operación, de los cuales 716 estaban dirigidos específicamente contra objetivos económicos.

La Operación Mangosta incluía 32 tareas, de las cuales 13 se centraban en sabotear la economía cubana. Esto abarcaba la suspensión de suministros de petróleo, ataques a la infraestructura, y la presión diplomática para aislar a Cuba internacionalmente. El objetivo era claro: desgastar la economía cubana y fomentar el descontento popular, generando así una crisis que facilitara la intervención y el cambio de régimen.

La Ley Helms-Burton: terrorismo económico y coerción mafiosa

A pesar de los cambios en el contexto global, en 1996 Estados Unidos promulgó la Ley Helms-Burton, una continuación del mismo enfoque hostil hacia Cuba. La Ley Helms-Burton endurece el bloqueo económico y lo internacionaliza, penalizando a empresas extranjeras que tengan relaciones comerciales con Cuba.

Esta ley, al igual que la Operación Mangosta, busca sofocar la economía cubana, pero lo hace desde un marco legal en lugar de operaciones encubiertas. Aunque no es terrorismo en el sentido convencional, la Helms-Burton utiliza métodos de “terrorismo económico” y “coerción mafiosa” para alcanzar sus fines.

Terrorismo económico: ¿Por qué la Helms-Burton encaja en esta categoría?

Intimidación y coerción económica

La Ley Helms-Burton intenta presionar a Cuba y a otros actores internacionales para que se plieguen a la política estadounidense. Sancionando a empresas extranjeras, impone un castigo económico a cualquier entidad que desafíe el bloqueo. Este tipo de intimidación y coerción es característico del terrorismo económico, que busca controlar mediante el miedo y la presión económica extrema.

Daño a la población civil

Aunque la Helms-Burton no utiliza violencia física directa, sus efectos son profundos en la población cubana. La falta de acceso a suministros esenciales y la interrupción de inversiones en sectores clave de la economía tienen un impacto directo en la vida cotidiana, la salud y la estabilidad psicológica de los ciudadanos. Al igual que el terrorismo, su objetivo es infundir miedo y generar descontento a través de la presión.

Propagación del miedo y aislamiento internacional

La ley establece un precedente de miedo para cualquier empresa extranjera que considere invertir en Cuba. Al amenazar con bloquear el acceso al mercado estadounidense, intenta crear un aislamiento global en torno a Cuba, usando el miedo como herramienta para disuadir la cooperación económica y política.

Objetivo político de cambio de régimen

La Ley Helms-Burtom no oculta su objetivo el cambio de régimen en Cuba. Al condicionar el levantamiento del bloqueo a una transición en el sistema político cubano, utiliza el sufrimiento económico como medio para alcanzar un objetivo político. Esto refleja el mismo principio de intimidación que caracteriza al terrorismo.

La Helms-Burton un acto de extorsión y control mafioso al estilo de "Al Capone"

La Ley Helms-Burton de 1996 representa un ejemplo de cómo la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba ha evolucionado, adaptándose a los tiempos modernos mientras persigue los mismos objetivos de dominación y control. Es por ello que, la Ley Helms-Burton puede también interpretarse como una forma de coerción mafiosa, debido a las tácticas de presión y control que emplea para imponer su voluntad en otros países:

Amenaza y castigo a terceros

La ley no solo afecta a Cuba, sino que extiende su alcance a países, sus instituciones y empresas de todo el mundo. Al imponer sanciones a quienes mantengan relaciones con Cuba, Estados Unidos intenta intimidar y manipular a la comunidad internacional. Esta táctica recuerda a la de una organización mafiosa que controla y castiga a quienes no se alinean con sus intereses.

Extorsión y chantaje económico

La Helms-Burton también tiene un aspecto de extorsión, ya que condiciona el alivio económico para Cuba a la aceptación de cambios políticos específicos. En este sentido, funciona como una forma de chantaje: el levantamiento del bloqueo solo ocurrirá si Cuba cumple con las condiciones impuestas por Estados Unidos. Esto convierte al bloqueo en una herramienta de control similar a la coerción mafiosa.

Castigo por desobediencia

La Ley Helms-Burton castiga a empresas extranjeras que se atrevan a desafiar el bloqueo al realizar inversiones en Cuba. Esta amenaza no solo afecta económicamente, sino que busca imponer un régimen de obediencia a través del miedo, un método característico de la mafia, que impone sanciones severas a quienes se desvían de sus mandatos.

Control extraterritorial

La Helms-Burton se arroga el derecho de sancionar a entidades fuera de su jurisdicción, imponiendo su control más allá de las fronteras de Estados Unidos. Esta pretensión de control internacional se asemeja a la expansión territorial que buscan las organizaciones mafiosas, las cuales imponen su influencia en áreas que no les pertenecen.

Finalidad de dominación y sometimiento: Al igual que una organización mafiosa, la Ley Helms-Burton busca el sometimiento absoluto de su objetivo. No se limita a "sancionar" a Cuba, sino que pretende dictar el rumbo político y económico de la nación. Esta intención de dominación se basa en una coerción total, presionando para que Cuba ceda su soberanía y su derecho a la autodeterminación.

La Helms-Burton:  “Operación Mangosta 2.0” como continuación del terrorismo

La ley Helms-Burton puede considerarse una versión 2.0 de la Operación Mangosta, usando el sistema financiero como herramienta de control, una medida que algunos consideran terrorismo económico, al ser una extensión modernizada de las mismas tácticas de hostilidad y presión económica.

Mientras que Mangosta fue una operación encubierta de sabotaje directo, la Helms-Burton formaliza y legaliza el mismo propósito de asfixiar a la economía cubana y fomentar un cambio de régimen. Ambas políticas buscan el mismo fin: someter a Cuba mediante una coerción económica extrema, utilizando tácticas que pueden considerarse terrorismo económico y coerción mafiosa.

Ley Helms-Burton: un bloqueo militar, naval y aéreo sin naves, ni aviones

La Ley Helms-Burton representa un bloqueo de nuevo tipo, en el cual el espacio geográfico ya no es un factor limitante para imponer restricciones. Gracias al control de Estados Unidos sobre los mecanismos financieros y su influencia en las instituciones globales, esta ley logra extender sus efectos sin necesidad de bloquear físicamente los accesos marítimos o aéreos de Cuba, como se hacía en tiempos pasados.

Este bloqueo financiero y tecnológico elimina la necesidad del despliegue militar  tradicional. Así, la Helms-Burton establece una red de restricciones que cubre el ámbito financiero, comercial y tecnológico, funcionando de manera invisible pero con una efectividad igual o superior a la de los bloqueos tradicionales. Es un modelo de presión económica que aprovecha la interdependencia global para extender el alcance de EE. UU., dejando obsoletos los bloqueos navales y aéreos y demostrando cómo los mecanismos de control financiero pueden usarse como armas de influencia geopolítica y dictar su hegemonía imperialista.

Conclusión

La Ley Helms-Burton no es solo un endurecimiento del bloqueo contra Cuba; es una herramienta de intimidación y presión que extiende su influencia a nivel internacional. Al utilizar sanciones económicas y amenazas contra terceros países, promueve el aislamiento de Cuba y somete a la población cubana a un castigo colectivo con el fin de forzar un cambio de sistema. La Helms-Burton comparte los mismos principios de control y coerción que definen al terrorismo y a las prácticas mafiosas.

Considerarla una forma de “terrorismo económico” y “coerción mafiosa” no es exagerado. La ley emplea tácticas que infunden miedo, condicionan el bienestar de una nación a su sometimiento, y buscan imponer la voluntad de Estados Unidos a través del control extraterritorial. La Helms-Burton, al igual que la Operación Mangosta, intenta imponer una agenda de dominación, utilizando métodos de intimidación, castigo y control que reflejan una hostilidad prolongada y estructural contra la soberanía y la estabilidad de Cuba. En este sentido, la Helms-Burton puede entenderse como una continuación de Mangosta, adaptada a un contexto legal y global, pero con los mismos métodos de intimidación y coerción propios de una “Operación Mangosta 2.0”.

Notas:

Ley Helms-Burton - lleva el nombre de sus patrocinadores principales en el Congreso de Estados Unidos: el senador Jesse Helms (republicano de Carolina del Norte) y el representante Dan Burton (republicano de Indiana), los cuales  impulsaron la legislación con el propósito de endurecer el bloqueo contra Cuba, añadiendo una dimensión extraterritorial que penaliza a empresas extranjeras que interactúen económicamente con la isla.

Operación Mangosta - programa encubierto de acciones subversivas liderado por la Agencia Central deInteligencia (CIA) de Estados Unidos contra Cuba, iniciado en 1961 tras el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos. Su objetivo era desestabilizar al gobierno de Fidel Castro y provocar un cambio de régimen mediante una campaña de sabotajes, ataques a la infraestructura económica y propaganda psicológica. Bajo la dirección del general Edward Lansdale y con el respaldo de la administración de John F. Kennedy, la operación incluía 32 tareas específicas, desde sabotajes a la economía cubana hasta intentos de generar levantamientos populares y justificar una intervención militar. Mangosta fue uno de los programas de guerra encubierta más agresivos de la Guerra Fría en América Latina, y representa un esfuerzo de presión extrema para forzar un cambio político en Cuba.

Fuentes consultadas:

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