Historia

La gloria de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias

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Nos enorgullece compartir con usted la historia,

los valores y el legado de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias,

pilar fundamental de nuestra soberanía. Independientemente de dónde se encuentre,

esperamos que disfrute este recorrido por nuestra memoria histórica y los valores que

construyen nuestra identidad como nación.

¡Gracias por acompañarnos en este homenaje, y le deseamos un momento enriquecedor junto a nosotros!

Introducción.

Cada 2 de diciembre, Cuba celebra con orgullo el Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), fecha que conmemora el desembarco del yate Granma en Playa Las Coloradas en 1956. Este evento marcó el inicio de la lucha que transformó la historia de nuestro país, dando paso al triunfo revolucionario de 1959 y consolidando un proyecto de soberanía e independencia que hoy continúa defendiendo nuestra nación.

Un nacimiento heroico

Las FAR nacieron en las montañas de la Sierra Maestra, forjadas en el calor de la lucha guerrillera, liderada por Fidel Castro, Raúl Castro, Ernesto "Che" Guevara y otros valientes combatientes. Este ejército, que surgió de campesinos, obreros y estudiantes, demostró que el valor, la unidad y la convicción podían derrotar a un enemigo mejor armado pero carente de justicia en sus ideales.

Con el triunfo revolucionario, el Ejército Rebelde se transformó en las FAR, que desde entonces se convirtieron en la columna vertebral de la defensa y desarrollo de Cuba, bajo la guía de una doctrina de "guerra de todo el pueblo". Este enfoque único no solo defiende nuestro suelo, sino que también involucra a cada ciudadano en la protección de nuestra soberanía.

Rol histórico y actual

Las FAR no son solo guardianas de la patria en el ámbito militar; son también una fuerza constructiva y solidaria. Desde su participación en la derrota de la invasión mercenaria en Playa Girón, hasta su colaboración internacionalista en Angola, Etiopía y Nicaragua, han demostrado que la defensa no solo se libra con armas, sino también con principios y solidaridad.

En tiempos de paz, las FAR han contribuido al desarrollo económico y social de la nación. Sus miembros, incluyendo jóvenes del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), han trabajado en proyectos de infraestructura, producción agrícola y recuperación ante desastres naturales, mostrando que la defensa también se manifiesta en la construcción y en el apoyo al pueblo.

El Ejército Juvenil del Trabajo: juventud al servicio de la patria

Una de las iniciativas más destacadas de las FAR es el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), donde miles de jóvenes han encontrado una vía para integrarse al desarrollo del país mientras reciben formación militar y cívica. Este programa no solo refuerza la capacidad defensiva, sino que también genera empleo, fomenta la autosuficiencia y promueve valores como la disciplina y el amor al trabajo colectivo.

El Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) desempeña un papel crucial en la producción agrícola, con énfasis en cultivos básicos como caña de azúcar, arroz y hortalizas, además de la reforestación y el cuidado de bosques. También participa en proyectos de infraestructura clave como carreteras, presas y viviendas, así como en sectores estratégicos de la economía, incluyendo minería, energía y pesca. Paralelamente, sus integrantes reciben entrenamiento militar básico, asegurando su capacidad para contribuir a la defensa territorial en el marco de la estrategia de la guerra de todo el pueblo.

El espíritu de las FAR: ayer, hoy y siempre

Las FAR son la encarnación de los valores revolucionarios. Su compromiso con la soberanía nacional, la defensa de los más vulnerables y el desarrollo económico y social son un testimonio de su relevancia en la Cuba actual. En un mundo donde las agresiones externas continúan siendo una realidad, nuestras fuerzas armadas permanecen como el escudo que protege la integridad de nuestra nación.

Celebrando el legado

En este Día de las FAR, rendimos homenaje a todos los hombres y mujeres que han vestido el uniforme con honor y han dedicado sus vidas a defender la Revolución. Recordamos el sacrificio de aquellos que dieron todo por la independencia y celebramos la continuidad de su legado en las nuevas generaciones de cubanos.

En la memoria de los expedicionarios del Granma, de los combatientes de Girón, y de los internacionalistas que llevaron el ideal de justicia más allá de nuestras fronteras, encontramos la inspiración para seguir luchando por un futuro digno y soberano.

La defensa de la patria, tarea de todos

En el contexto actual, el bloqueo y las constantes agresiones contra Cuba subrayan la necesidad de mantener nuestras FAR fuertes y comprometidas. Cada ciudadano cubano, desde su trinchera de trabajo o estudio, forma parte de esta defensa colectiva, construyendo una Cuba más fuerte y resiliente.

La Doctrina de Guerra de Todo el Pueblo es el pilar estratégico de la defensa nacional de Cuba, basada en la movilización integral de toda la población y los recursos del país para garantizar la soberanía frente a cualquier agresión. Esta doctrina combina la preparación militar de las fuerzas armadas regulares, las milicias y los ciudadanos, promoviendo una defensa descentralizada, autosuficiente y resistente. Cada cubano, desde su ámbito laboral, comunitario o estudiantil, se convierte en un defensor activo del país, con entrenamiento básico y tareas asignadas que aseguran una respuesta unificada y prolongada ante cualquier amenaza, demostrando que la seguridad de la nación es una responsabilidad colectiva.

Honor y gloria a nuestras FAR

Celebrar el Día de las FAR es honrar nuestra historia y reafirmar nuestro compromiso con el futuro. Es una oportunidad para recordar que la defensa no solo es militar, sino también económica, social y cultural. Hoy, como ayer, Cuba mantiene su firmeza y su convicción de que la libertad no se negocia.

Notas:

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) son la garante de la soberanía e independencia nacional de Cuba, además por su masividad participativa e inclusiva de todos los cubanos y cubanas las convierte en la columna vertebral de la Doctrina de Guerra del Todo el Pueblo. 

¡Gloria eterna a nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias!

Fuentes consultadas:

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