Educación y Sociedad

Factores fisiológicos y ambientales que inducen alucinaciones visuales y auditivas

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Introducción

Las alucinaciones, tanto visuales como auditivas, han sido tradicionalmente asociadas con trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, pero también pueden presentarse en personas sanas bajo ciertas condiciones fisiológicas y ambientales. Este fenómeno ha despertado un creciente interés en la investigación, ya que no solo afecta la percepción sensorial, sino que también podría estar relacionado con creencias culturales, como las experiencias paranormales o encuentros con "fantasmas".

En este artículo, exploramos cómo diferentes factores, incluyendo gases de descomposición, estrés, hipoxia y privación del sueño, pueden inducir estas experiencias perceptivas alteradas en personas sin antecedentes clínicos de alucinaciones.

Gases de descomposición y sus efectos en la percepción

Durante el proceso de descomposición de un cuerpo (cadáver), se liberan diversos gases como el sulfuro de hidrógeno, metano, putrescina y cadaverina. Estos compuestos son conocidos por generar fuertes olores desagradables, pero también pueden tener efectos fisiológicos en el sistema nervioso central. La exposición prolongada a altos niveles de estos gases, particularmente en espacios mal ventilados como sótanos o criptas, puede inducir síntomas de intoxicación, como mareos, desorientación y en casos extremos, alucinaciones visuales y auditivas.

El sulfuro de hidrógeno (H₂S), en particular, se ha vinculado a efectos tóxicos sobre el cerebro en concentraciones elevadas, lo que puede provocar hipoxia y distorsiones perceptuales. Aunque estas alucinaciones suelen resolverse una vez que se elimina el factor que las provoca, como descansar después de la privación de sueño o restablecer niveles normales de oxígeno, la combinación de estos gases con un contexto emocional cargado (como la proximidad a un cadáver) puede llevar a que las personas interpreten estas experiencias sensoriales como fenómenos paranormales.

Hipoxia y sueños angustiantes

La hipoxia (falta de oxígeno en el cerebro) puede afectar significativamente el contenido y la calidad del sueño, alterando fases importantes como el sueño REM, donde ocurren los sueños más vívidos. La hipoxia puede causar despertares frecuentes, fragmentar los ciclos de sueño y generar sueños angustiosos, a menudo relacionados con la sensación de asfixia o ahogo.

 Estos sueños pueden reflejar el estrés que experimenta el cuerpo debido a la falta de oxígeno, un fenómeno observado en trastornos como la apnea del sueño. Las personas que experimentan hipoxia durante el sueño a menudo reportan sueños perturbadores o pesadillas con contenido emocionalmente intenso.

Estrés y ansiedad como desencadenantes de alucinaciones

El estrés y la ansiedad son factores psicológicos clave que pueden inducir alucinaciones, incluso en personas sin trastornos mentales previos. Investigaciones han demostrado que, bajo estrés intenso o ansiedad aguda, el cerebro puede malinterpretar estímulos sensoriales, produciendo experiencias auditivas y visuales alteradas. Esto se debe a un aumento de la actividad en las áreas del cerebro relacionadas con la percepción sensorial.

En situaciones emocionalmente intensas, como en sitios asociados con la muerte o el misterio, la percepción puede distorsionarse, llevando a que una persona escuche voces o vea sombras que realmente no están presentes. Este fenómeno es especialmente frecuente en personas que ya están predispuestas a creer en lo sobrenatural o en la presencia de fantasmas.

Privación del sueño y psicosis

La privación del sueño severa y prolongada se ha relacionado con el desarrollo de síntomas psicóticos y puede ser un factor de riesgo para trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar:

Psicosis inducida por la privación del sueño: La falta prolongada de sueño puede provocar alteraciones graves en la percepción, que incluyen alucinaciones visuales y auditivas, delirios y confusión mental. Si bien estas alucinaciones suelen resolverse una vez que se restablece un ciclo de sueño normal, la exposición repetida o crónica a la privación del sueño puede aumentar la vulnerabilidad a trastornos psiquiátricos, especialmente en personas predispuestas genéticamente.

Un artículo publicado en Frontiers in Psychiatry se exponen estudios sobre privación del sueño y demostró que la falta de descanso puede llevar a alucinaciones complejas tras 48-90 horas sin dormir, y en algunos casos, evolucionar hacia síntomas similares a la psicosis​.

Privación sensorial y alucinaciones

La privación sensorial, ya sea visual o auditiva, también ha sido identificada como un desencadenante de alucinaciones. En situaciones donde hay una reducción significativa de estímulos sensoriales, como en cámaras de privación sensorial, el cerebro tiende a generar su propia actividad perceptual. Esto puede llevar a la experiencia de ver luces, sombras, o incluso figuras completas, así como a la percepción de voces o sonidos inexistentes.

Este tipo de alucinaciones también se pueden experimentar en entornos oscuros o silenciosos, donde el cerebro está privado de estímulos externos normales. Los estudios sugieren que, en condiciones de privación sensorial, las personas pueden ser más propensas a interpretar estas experiencias alucinatorias como fenómenos sobrenaturales.

Campos electromagnéticos y alucinaciones

Investigaciones realizadas por Michael Persinger y otros han explorado la posibilidad de que las fluctuaciones en los campos electromagnéticos puedan inducir alucinaciones. Estos estudios sugieren que algunos individuos son particularmente sensibles a campos electromagnéticos que pueden afectar áreas del cerebro como el lóbulo temporal, provocando la percepción de presencias invisibles, voces o figuras.

Si bien esta línea de investigación es controvertida, algunos estudios han encontrado correlaciones entre lugares con altos niveles de actividad electromagnética (como ciertos edificios antiguos) y la percepción de fenómenos paranormales. Sin embargo, es importante subrayar que este campo de investigación aún necesita más estudios para ser completamente validado.

Migrañas y alucinaciones visuales y auditivas

Las personas que sufren de migrañas con aura pueden experimentar una serie de distorsiones sensoriales, incluyendo alucinaciones visuales y auditivas. Investigaciones han mostrado que los patrones de actividad cerebral anormal durante una migraña pueden causar la percepción de luces brillantes, formas geométricas, puntos ciegos, o incluso figuras completas, lo que podría interpretarse como una presencia fantasmal en ciertos contextos.

Factores culturales y sugestión psicológica

Finalmente, es crucial considerar el impacto de las creencias culturales y la sugestión psicológica en la interpretación de las alucinaciones. Estudios en psicología social han demostrado que las personas son más propensas a interpretar estímulos ambiguos como fenómenos paranormales si están en lugares asociados con la muerte, lo sobrenatural, o donde previamente se les ha dicho que ocurren eventos inusuales.

Relación con enfermedades psiquiátricas

Si bien las alucinaciones inducidas por factores fisiológicos y ambientales son generalmente temporales y reversibles, pueden actuar como desencadenantes en personas que ya tienen una predisposición a desarrollar trastornos psiquiátricos. Factores como la privación del sueño o el estrés crónico pueden agravar enfermedades mentales subyacentes, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

En estas condiciones psiquiátricas, las alucinaciones tienden a ser más frecuentes y persistentes, y requieren tratamiento médico prolongado. A diferencia de las alucinaciones transitorias causadas por factores fisiológicos, las alucinaciones psiquiátricas son más complejas y suelen estar relacionadas con desequilibrios neuroquímicos, somáticos y/o genéticos.

Meditación, Yoga y otras prácticas

Las prácticas de meditación y yoga a menudo están relacionadas con experiencias de "cambios de conciencia" o "conexiones con planos superiores". Desde un punto de vista neurocientífico y fisiológico, muchas de estas experiencias pueden explicarse como fenómenos inducidos por la alteración de la percepción sensorial y cognitiva. Estas prácticas, que implican la reducción de estímulos externos y la concentración en la respiración o en un objeto de meditación, pueden generar estados alterados de conciencia que, en algunos casos, podrían tener similitudes con los fenómenos alucinatorios. 

Reducción de la percepción y alucinaciones'

Durante la meditación, especialmente en prácticas profundas o prolongadas, los estímulos sensoriales externos se reducen significativamente. Este estado de privación sensorial puede alterar la forma en que el cerebro procesa la información. Al igual que en la privación sensorial en cámaras de aislamiento, el cerebro puede empezar a generar estímulos internos en ausencia de estímulos externos claros, lo que puede llevar a alucinaciones leves o a la experiencia de sensaciones inusuales como:

Luces, colores o formas geométricas.
Sensaciones de movimiento o flotar.
Audición de sonidos que no están presentes en el entorno.

Estos fenómenos son comparables a los que ocurren durante los estados de privación sensorial, lo que sugiere que los cambios de percepción experimentados durante la meditación pueden tener una base neurológica común con las alucinaciones inducidas por la falta de estímulos.

Activación de zonas cerebrales específicas

Estudios en neurociencia han mostrado que las prácticas meditativas pueden inducir cambios en la actividad cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la conciencia, la percepción y la regulación emocional. Durante la meditación, se ha observado una reducción de la actividad en el lóbulo parietal, una región del cerebro que está involucrada en la percepción del cuerpo en el espacio. Esto puede explicar las sensaciones de "perder el sentido del cuerpo" o sentir que uno "trasciende" el espacio físico, lo que puede ser interpretado como un contacto con una realidad superior.

Además, algunas investigaciones han mostrado que las ondas cerebrales cambian durante la meditación profunda, particularmente con el incremento de ondas theta y delta, que están asociadas con estados de sueño, relajación profunda y sueños lúcidos. Estos patrones de actividad cerebral podrían explicar por qué algunas personas reportan experiencias similares a alucinaciones, visiones o sensaciones de conexión con otras dimensiones durante la meditación profunda.

Estados de trance y visiones místicas

En ciertas tradiciones espirituales, las prácticas de meditación y yoga se utilizan como medios para alcanzar estados de trance o experiencias místicas, que son interpretadas como conexiones con planos superiores o seres divinos. Desde una perspectiva científica, estos estados pueden ser una forma de autoinducir fenómenos alucinatorios, debido a la combinación de factores como la concentración prolongada, la reducción de la actividad sensorial externa y la alteración de la química cerebral. Estos factores pueden llevar a la experiencia de visiones, audiciones de voces, o sensaciones corporales inusuales.

Es importante destacar que, aunque estas experiencias son perceptivamente reales para los individuos que las experimentan, pueden explicarse en gran parte por la manipulación de la percepción y la actividad cerebral durante la meditación. Las personas que practican estas técnicas a menudo las interpretan a través de sus creencias culturales y religiosas, lo que puede influir en la forma en que perciben y comprenden estas experiencias.

Relación con la neuroplasticidad

Algunas investigaciones sugieren que la meditación regular y otras prácticas similares pueden inducir cambios a largo plazo en la estructura y función del cerebro, un fenómeno conocido como neuroplasticidad. Estos cambios pueden modificar la forma en que el cerebro procesa la información sensorial y emocional, lo que puede hacer que las personas sean más propensas a experimentar percepciones alteradas o "visiones" durante su práctica. Aunque estas experiencias pueden ser subjetivas y difíciles de medir, es posible que los cambios cerebrales provocados por la meditación contribuyan a la capacidad de algunas personas para inducir fenómenos perceptivos inusuales que interpretan como conexiones con planos superiores.

Los trances que ocurren en rituales de la Santería y otros cultos sincréticos cubanos, como los Bembé o Toques de Santo, pueden explicarse en parte a través de los mecanismos que hemos discutido en relación con la meditación, hipoxia, privación sensorial y la inducción de estados alterados de conciencia. Aunque los trances en estos rituales tienen un profundo significado espiritual y cultural, desde una perspectiva fisiológica, estos fenómenos pueden estar relacionados con una combinación de factores psicológicos y neurológicos.

Alteración sensorial e inducción del trance

Los ritos Bembé o Toques de Santo suelen involucrar música rítmica intensa, cantos, y la presencia de una comunidad participativa. El ritmo repetitivo de los tambores (batas) y la danza continua pueden inducir un estado de alteración sensorial, similar al que se experimenta en la meditación profunda o en prácticas de privación sensorial. El estímulo rítmico constante actúa sobre el sistema nervioso, induciendo un estado de concentración profunda y alteración de la conciencia, lo que puede facilitar el trance.

El trance se caracteriza por una desconexión temporal con la realidad habitual, lo que permite la entrada de la divinidad (Orisha) en la persona según las creencias de la Santería. Este proceso puede tener ciertas similitudes con las experiencias de "fluir" o "perder el sentido del yo" que se observan en la meditación, y está relacionado con el efecto del ritmo y el movimiento sobre la frecuencia cerebral. Esto es similar a la llamada meditación shamánica donde el tambor del Shaman se golpea con un tacto de 205 golpes por minuto, lo que es capaz de influir en el ritmo eléctrico del cerebro  humano tanto en las ondas alfa como betas y provoca que el individuo pierde el sentido del tiempo, espacio y propia identidad y entra en experiencias estáticas o visiones internas.

En resumen, los trances en los rituales como el Bembé o el Toque de Santo en la Santería pueden explicarse parcialmente mediante procesos fisiológicos y psicológicos conocidos: la alteración de la percepción sensorial, la privación de estímulos externos, el ritmo repetitivo, y la concentración intensa. Estas prácticas inducen estados alterados de conciencia que son interpretados como experiencias de posesión o conexión espiritual. Aunque estas experiencias son profundamente religiosas y culturales, desde una perspectiva neurocientífica pueden estar relacionadas con mecanismos similares a los de otras prácticas que modifican la conciencia, como la meditación o el yoga.

Conclusión

Las alucinaciones visuales y auditivas pueden ser provocadas por una variedad de factores fisiológicos, psicológicos y ambientales, incluso en individuos sanos. La exposición a gases de descomposición, la hipoxia, el estrés, la privación del sueño, y la privación sensorial son solo algunos de los desencadenantes que pueden distorsionar la percepción sensorial, llevando a experiencias que pueden ser fácilmente interpretadas como encuentros con fantasmas o fenómenos sobrenaturales. Entender estos mecanismos es crucial para desmitificar muchas experiencias paranormales y acercar el fenómeno de las alucinaciones a una base científica.

Las experiencias de cambios de conciencia y "conexión con planos superiores" que se reportan durante la meditación y prácticas como el yoga pueden estar relacionadas con fenómenos inducidos por la reducción de la percepción sensorial y la alteración de la actividad cerebral. Estos fenómenos pueden dar lugar a sensaciones de trascendencia, visiones o audiciones que, desde una perspectiva neurocientífica, tienen similitudes con las alucinaciones y otras distorsiones perceptuales. Aunque estas experiencias son a menudo interpretadas de manera mística o espiritual, pueden tener una base neurofisiológica relacionada con la forma en que el cerebro procesa la información en estados alterados de conciencia.

Notas:

El objetivo de este artículo es informativo para despertar el interés en el tema. No está dirigido a herir los sentimientos culturales, ni religiosos de ninguna persona, independientemente de su credo, pertenencia étnica o nacional, sino es un medio para la búsqueda de la verdad, ni pretende monopolizar la misma. El artículo nos muestra una perspectiva científica sobre los factores fisiológicos y ambientales que inducen alucinaciones visuales y auditivas. 

Fuentes Consultadas:

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