Existencia de Dios y el monoteismo: reflexión filosófica de Henrik Hernandez
por Henrik Hernandezpublicado en¡Bienvenido al Tocororocubano.com!
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Introducción
La humanidad, a lo largo de los siglos, ha buscado en los dioses respuestas a los misterios de la existencia, el universo y el sentido de la vida. Sin embargo, esta necesidad de divinidad no necesariamente implica la existencia objetiva de Dios o los dioses, sino que puede ser una creación humana motivada por nuestras emociones, miedos y aspiraciones. Desde esta perspectiva, Henrik plantea una reflexión provocadora: los humanos crean a los dioses, no los dioses a los humanos.
La creación humana de los dioses
Henrik parte de la idea de que los dioses son manifestaciones colectivas de las aspiraciones humanas. Cada civilización ha generado entidades divinas que reflejan su contexto cultural, sus necesidades sociales y su visión del mundo. Los antiguos egipcios, por ejemplo, adoraban a Ra como el dios del sol, pues este representaba la fuente de vida para sus cosechas y su sociedad. Pero cuando la adoración a Ra desapareció, el dios también desapareció, convirtiéndose en parte de la historia y la mitología. Esto refuerza la idea de que los dioses existen mientras existe el colectivo humano que los alimenta.
Henrik considera que esta dinámica puede explicarse a través del concepto de egregor. Un egregor es una entidad psíquica creada por la energía emocional y mental de un grupo. Cuanto más intensa es la adoración y más numerosos los adeptos, más poderoso se vuelve el egregor, hasta el punto de influir en el comportamiento de sus devotos. Sin embargo, cuando los seguidores abandonan su devoción, el egregor pierde fuerza y eventualmente desaparece.
El monoteísmo: ¿Realidad o mono-adoración?
Henrik también cuestiona el concepto de monoteísmo, proponiendo que lo que realmente existe es monolatría, es decir, la adoración exclusiva de un solo dios sin negar necesariamente la existencia de otros. Este matiz es crucial para entender la historia de las religiones:
El judaísmo temprano, en sus textos más antiguos, no negaba la existencia de otros dioses. Por ejemplo, el mandamiento “No tendrás otros dioses delante de mí” (Éxodo 20:3) no afirma que Yahvé sea el único dios, sino que exige lealtad exclusiva a él.
En el cristianismo, aunque se proclama un Dios único, existen figuras como la Virgen María, los santos y los ángeles que ocupan roles similares a los deidades menores en sistemas politeístas.
En el islam, a pesar de su estricta declaración de monoteísmo, también hay un reconocimiento de entidades espirituales como los ángeles y los djinn.
Desde esta perspectiva, Henrik argumenta que el monoteísmo no elimina completamente la diversidad de lo divino, sino que simplemente concentra la adoración en una figura central, dejando a otras entidades en la periferia espiritual.
La posibilidad de un Dios fuera del universo
Henrik también reflexiona sobre la posibilidad de que, si un Dios existiera, su naturaleza debería situarse fuera del universo conocido. Este Dios no podría estar subordinado a las leyes físicas y químicas que rigen el cosmos, ya que estas son inherentes al universo y no podrían limitar a una entidad que lo trascienda. Este Dios hipotético debería ser completamente independiente de las estructuras que gobiernan la realidad material, existiendo en un plano que escapa a nuestra comprensión actual.
La oración como influencia energética
Henrik destaca que la oración, tanto a nivel personal como colectivo, tiene un poder que trasciende lo meramente simbólico. La oración actúa como una influencia energética basada en vibraciones sonoras, internas y externas, que impactan directamente en la constitución y fisiología del cerebro humano.
Además, esta energía puede moldear la dinámica social, fortaleciendo la unidad y el enfoque de los grupos humanos en torno a un objetivo común. La oración colectiva, en particular, refuerza los lazos entre las personas, generando una sensación de pertenencia y propósito compartido que puede influir en la dirección y el comportamiento de comunidades enteras.
Este impacto puede:
Fortalecer el enlace con el egregor: A nivel individual, la oración personal refuerza el vínculo entre el individuo y el egregor, generando calma mental y estabilidad emocional.
Generar un efecto colectivo: En grupos, la oración conjunta alimenta al egregor con mayor intensidad, permitiéndole manifestar acciones tangibles, ya sea para objetivos positivos, como la paz social, o negativos, si se emplea con intenciones destructivas.
Este fenómeno también resalta la importancia de las intenciones en la oración. Cuando se usa para fines positivos, puede promover la armonía y la transformación personal y social. Sin embargo, si se utiliza con propósitos negativos, el egregor puede generar divisiones y conflictos.
Vivir sin dioses: el respeto por la vida
Para Henrik, el debate sobre la existencia de Dios no es una cuestión de probar o refutar, sino de reconocer la necesidad de enfocar nuestra energía en algo más tangible: el respeto por la vida en todas sus formas. En lugar de crear nuevos dioses o seguir alimentando egregores antiguos, propone una filosofía basada en la armonía con el planeta y con el cosmos.
Este enfoque implica:
Reconocer la interconexión de toda la vida: Cada ser vivo tiene un papel dentro del equilibrio del sistema planetario. No hay vida insignificante.
Actuar con responsabilidad: Sin un dios que dicte cómo vivir, la ética se convierte en una elección consciente basada en la empatía y el respeto mutuo.
Buscar trascendencia en lo cotidiano: En lugar de aspirar a un más allá divino, encontrar sentido en nuestras relaciones con los demás, con la naturaleza y con el universo.
Reflexión final
Henrik nos invita a cuestionar no solo la existencia de Dios, sino también la necesidad de los dioses en nuestras vidas. Si los humanos han creado a los dioses para responder a sus miedos y aspiraciones, también tienen el poder de trascenderlos, enfocándose en un propósito que respete y honre la vida en todas sus manifestaciones. Más allá del monoteísmo o de la monolatría, esta visión sugiere un camino hacia la verdadera armonía, no solo con el planeta, sino con el cosmos entero.
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Copyright © Henrik Hernandez 2025
La redacción e investigación de este artículo han contado con la asistencia de inteligencia artificial, utilizada desde julio de 2024.
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