El caso cubano: psicosis social inducida
por Henrik Hernandezpublicado enBienvenido al Tocororocubano.com!
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Introducción
La narrativa anticubana ha utilizado la psicosis social como un arma de manipulación, especialmente dentro de la diáspora cubana en terceros países. Sectores influenciados por esta narrativa adoptan una percepción distorsionada de la realidad, promoviendo hostilidad no solo hacia Cuba, sino también hacia los propios cubanos que defienden su soberanía.
La psicosis social como fenómeno colectivo combina elementos positivos y negativos que distorsionan la percepción y la acción colectiva. Por un lado, introduce creencias y comportamientos irracionales (síntomas positivos), y por otro, elimina la capacidad de análisis crítico, empatía y conexión cultural (síntomas negativos). Reconocer estos "síntomas" en una psicosis social es crucial para diseñar estrategias que desactiven su influencia y promuevan una comprensión más equilibrada de la realidad.
La psicosis social tiene consecuencias profundas y multifacéticas que afectan a individuos, comunidades y estructuras políticas. En el caso de la narrativa anticubana, estas incluyen polarización extrema que fragmenta comunidades y familias; alienación cultural que lleva al rechazo de la identidad nacional; y hostilidad internacional, promoviendo sanciones y bloqueos contra Cuba. Además, perpetúa la desinformación generalizada, el miedo colectivo y la paranoia, legitimando agendas de intervención y debilitando el pensamiento crítico tanto en la diáspora como en las sociedades anfitrionas. Las repercusiones económicas y diplomáticas se agravan, prolongando sanciones y dificultando el diálogo global. Estas dinámicas evidencian la necesidad de abordar y desarticular la psicosis social como una herramienta de manipulación colectiva.
Si bien "psicosis social" no es un término estándar en la literatura científica, los fenómenos mencionados ofrecen un marco para analizar cómo las dinámicas grupales pueden llevar a interpretaciones distorsionadas de la realidad.
El término "psicosis social" no es ampliamente reconocido en la literatura médica o psicológica como un diagnóstico formal. Sin embargo, existen conceptos relacionados que abordan fenómenos de comportamiento colectivo y creencias compartidas que se asemejan a lo que podría denominarse "psicosis social".
Trastorno psicótico compartido (Folie à Deux): Este trastorno se caracteriza por la transmisión de síntomas psicóticos, como delirios, de una persona a otra en una relación cercana. Aunque tradicionalmente se ha estudiado en contextos de relaciones íntimas, el concepto puede extenderse para analizar cómo grupos más amplios pueden compartir creencias delirantes.
Histeria colectiva: Se refiere a la manifestación de síntomas similares de histeria por parte de un grupo de personas, generalmente como respuesta a un evento o creencia compartida. Este fenómeno ha sido documentado en diversas situaciones, como brotes de enfermedades psicosomáticas o pánicos morales.
Delirio colectivo: Aunque menos formalizado, este término describe situaciones en las que un grupo de personas comparte creencias falsas o irracionales, a menudo propagadas por rumores o desinformación.
Estos conceptos han sido objeto de estudio en sociología, psicología social y psiquiatría para comprender cómo las creencias y comportamientos pueden propagarse en grupos, especialmente en contextos de estrés, incertidumbre o manipulación.
Factores que facilitan la psicosis social anticubana
Propaganda y desinformación: Las campañas mediáticas hostiles exageran problemas internos de Cuba y minimizan o niegan el impacto del bloqueo, distorsionando los hechos.
Redes sociales como cámaras de eco: Plataformas como Facebook, Twitter y YouTube amplifican narrativas falsas y permiten la radicalización de usuarios.
Presión social en la diáspora: En países como EE. UU., los cubanos enfrentan presión para alinearse con posturas anticubanas o arriesgarse a ser estigmatizados.
Frustración personal y alienación: Las dificultades en países de acogida se canalizan hacia un resentimiento hacia el sistema cubano, alimentado por la narrativa dominante.
Manifestaciones de la psicosis social
Delirios de persecución: Creencia de que el gobierno cubano actúa exclusivamente para reprimir, ignorando logros sociales o contextos externos.
Alucinaciones políticas: Interpretación exagerada de eventos menores como pruebas de colapso inminente.
Pensamiento desorganizado: Adopción de narrativas contradictorias, como criticar la escasez en Cuba mientras se apoya el bloqueo que la provoca.
Impacto en las Sociedades Receptoras
La psicosis social no solo afecta a los cubanos en la diáspora, sino que también contamina a las sociedades anfitrionas, creando un entorno hostil hacia Cuba y ejerciendo presión sobre las estructuras políticas para adoptar posturas agresivas.
Por ejemplo:
Estados Unidos: Sectores anticubanos influyen en las políticas hacia el bloqueo y campañas de desinformación global.
Europa y América Latina: Se exporta la narrativa hostil, afectando la percepción pública y fomentando la exclusión de Cuba en foros internacionales.
Estrategias para frenar y aislar la psicosis social anticubana
Dado que este fenómeno tiene implicaciones tanto internas como internacionales, es esencial actuar en varios frentes:
En el ámbito internacional
Desmontar narrativas falsas:
Crear plataformas mediáticas para contrarrestar la desinformación con hechos verificables y análisis objetivos.
Evidenciar el financiamiento de campañas anticubanas y su naturaleza manipuladora.
Fortalecer alianzas progresistas:
Colaborar con movimientos y gobiernos que aboguen por una visión justa de Cuba.
Utilizar foros internacionales para denunciar la manipulación mediática y el impacto del bloqueo.
Promover la diplomacia cultural:
Exportar la riqueza cultural de Cuba a través de actividades artísticas, literarias y científicas.
Dentro de Cuba
Educación crítica y cultural:
Reforzar la educación política y cultural para que las nuevas generaciones comprendan los desafíos y logros históricos de la Revolución.
Promover el pensamiento crítico como herramienta para resistir la manipulación.
Campañas informativas:
Desmentir las ideas propagadas por la narrativa hostil y fortalecer la unidad nacional frente a las campañas de desinformación.
En la comunidad de emigrados cubanos
Movilizar sectores favorables a Cuba:
Construir redes internacionales de cubanos patriotas para contrarrestar la narrativa anticubana.
Fortalecer la conexión cultural y emocional con sus raíces:
Promover el orgullo por la identidad cubana mediante el rescate de tradiciones, la difusión de logros históricos y culturales, y la creación de espacios que celebren la riqueza del patrimonio cubano. Esto ayuda a contrarrestar la alienación cultural y a reforzar el vínculo de los cubanos en la diáspora con su país.
Neutralizar la hostilidad mediante el diálogo:
Esto implica abrir canales de comunicación para desactivar posturas extremas y fomentar un intercambio constructivo de ideas. A través del diálogo respetuoso, es posible reducir tensiones, desmantelar prejuicios y buscar puntos de encuentro que contrarresten la narrativa hostil.
Conclusión: el fin de la psicosis social
La psicosis social inducida por la narrativa anticubana es una herramienta poderosa de manipulación, pero no invencible. A través de la educación, la diplomacia y el fortalecimiento de la unidad, tanto dentro como fuera de la Isla, es posible desmontar esta distorsión colectiva y transformar la narrativa global sobre Cuba. El reto es grande, pero la historia ha demostrado que la verdad, acompañada de voluntad y estrategia, tiene la capacidad de prevalecer.
Notas:
La psicosis social como fenómeno colectivo combina elementos positivos y negativos que distorsionan la percepción y la acción colectiva. Por un lado, introduce creencias y comportamientos irracionales (síntomas positivos), y por otro, elimina la capacidad de análisis crítico, empatía y conexión cultural (síntomas negativos). Reconocer estos "síntomas" en una psicosis social es crucial para diseñar estrategias que desactiven su influencia y promuevan una comprensión más equilibrada de la realidad.
Fuentes consultadas:
- Skott, M. Psykoser. (en sueco) (2019). (RED), Skärsätter, I. &Wiklund Gustin, L. Omvårdnad vid psykisk ohälsa - på grundnivå. Studentlitteratur AB. Lund.
- ERA - Edingburgh Research Archive. La psicosis social como fenómeno colectivo combina elementos positivos y negativos que distorsionan la percepción y la acción colectiva. Por un lado, introduce creencias y comportamientos irracionales (síntomas positivos), y por otro, elimina la capacidad de análisis crítico, empatía y conexión cultural (síntomas negativos). Reconocer estos "síntomas" en una psicosis social es crucial para diseñar estrategias que desactiven su influencia y promuevan una comprensión más equilibrada de la realidad. (Consulta 2024-11-27). https://era.ed.ac.uk/handle/1842/39425
- BMC Psychiatry. P. H. Lysaker, S. Cheli, G. Dimaggio, B. Buck, K. A. Bonfils, K. Huling, C. Wiesepape & J. T. Lysaker. Metacognition, social cognition, and mentalizing in psychosis: are these distinct constructs when it comes to subjective experience or are we just splitting hairs? (Consulta 2024-11-27). https://bmcpsychiatry.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12888-021-03338-4
- Orxford Academic. Jason C McIntyre, Sophie Wickham, Ben Barr, Richard P Bentall. Social Identity and Psychosis: Associations and Psychological Mechanisms. (Consulta 2024-11-27). https://academic.oup.com/schizophreniabulletin/article/44/3/681/4095705?login=false
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