Denuncia contra la usurpación del nombre Tocororo Cubano

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Por Henrik Hernandez

Usar el nombre Tocororo Cubano no es una simple travesura digital ni un berrinche ideológico: es un acto calculado de sabotaje simbólico.

En tiempos de confusión y manipulación, hay quienes no solo atacan las ideas, sino que intentan apropiarse de la identidad de quienes las defienden. Eso es exactamente lo que está ocurriendo con el nombre Tocororo Cubano, que desde hace años representa un proyecto cultural, independiente y comprometido con la verdad de Cuba, su soberanía y justicia social.

Recientemente ha surgido en la red social Facebook un perfil que utiliza de forma indebida el nombre Tocororo Cubano, sin tener vínculo alguno con este proyecto. Lo más grave es que ese perfil puede inducir a confusión entre quienes conocen y respetan nuestro contenido original. De acuerdo a la información visible en ese perfil, la persona detrás del mismo afirma vivir en Ciego de Ávila y ser originaria de Santiago de Cuba. No tiene una cara pública reconocida ni trayectoria visible; se trata, en esencia, de un anónimo que opera desde las sombras, utilizando un nombre ajeno para proyectar mensajes que no le pertenecen, lo cual es una clara manifestación de su ilegitimidad ante los lectores y del carácter espurio de su accionar.

Apropiarse de la identidad y reputación construidas en torno al nombre Tocororo Cubano no es un hecho menor. Este acto puede ser comprendido desde distintos ángulos:

Usurpación de identidad digital

Tocororo Cubano ha sido utilizado en más de 580 artículos y crónicas, todos publicados bajo el dominio https://tocororocubano.com/ Suplantarlo implica adueñarse de una voz ajena, engañar al público y dañar un trabajo desarrollado con esfuerzo, sin patrocinadores ni intereses externos.

Uso engañoso de una marca trabajada

El uso sostenido, público y notorio del nombre lo convierte en una marca trabajada, asociada a una línea editorial clara, a su autor y a una comunidad de lectores vulnera la identidad del proyecto y la confianza del público.

Suplantación con fines políticos

No se trata solo de apropiación indebida, sino de una maniobra que se puede interpretar como de distorsión ideológica que busca socavar el mensaje que realmente representa Tocororo Cubano. No buscan construir, sino confundir, infiltrar y manipular desde la apariencia de una voz auténtica.

Aunque este perfil no ataca directamente a Cuba, está utilizando el nombre Tocororo Cubano sin autorización. Ese nombre identifica públicamente un proyecto cultural y político que he desarrollado desde hace años en https://tocororocubano.com/   El uso no autorizado de ese nombre, incluso con contenido similar, induce a confusión, representa una suplantación simbólica y vulnera mi derecho sobre una marca trabajada públicamente.

Aclaración necesaria

Tocororo Cubano solo tiene una voz legítima: la que publica bajo su sitio web oficial https://tocororocubano.com/ y sus canales directamente gestionados por su autor. Cualquier otro uso del nombre es indebido y debe ser considerado ajeno y fraudulento.

¿Acaso no se puede usar el nombre Tocororo Cubano si no había una cuenta oficial en Facebook?
No. El hecho de que Tocororo Cubano no tuviera una cuenta activa en esa plataforma no autoriza a terceros a apropiarse del nombre. Este ha sido utilizado de forma constante y notoria en un sitio web público con identidad definida, contenido original y una comunidad de lectores. En derecho, esto se reconoce como una marca trabajada, que merece respeto y protección aunque no esté registrada formalmente. Usar ese nombre con fines distintos y opuestos es un acto de usurpación simbólica y engaño.

¿Y si el perfil está en otro país? ¿No aplica la misma norma?
Sí aplica. Internet no tiene fronteras. El daño ocurre en el mismo espacio digital compartido. El uso indebido del nombre Tocororo Cubano afecta la percepción de los lectores, sin importar dónde esté geográficamente el autor legítimo o el suplantador. Si alguien utiliza ese nombre con fines contrarios a los principios del proyecto original, está distorsionando su identidad ante el público, lo cual es éticamente cuestionable y puede tener consecuencias legales.

¿No es exagerado hablar de sabotaje o suplantación por un simple perfil?
No se trata de exageración. Cuando un nombre con trayectoria es utilizado por alguien anónimo para difundir mensajes, se está intentando desacreditarlo, confundir al público y restarle legitimidad. Eso, en el campo de las ideas, es sabotaje simbólico. Y cuando se hace desde el anonimato, sin dar la cara, es además una muestra clara de ilegitimidad moral.

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Copyright © Henrik Hernandez 2025

La redacción e investigación de este artículo han contado con la asistencia de inteligencia artificial, utilizada desde julio de 2024.

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