Circo sin carpa: los actores de cartón que protestan en Estocolmo

¡Bienvenido al Tocororocubano.com!

    Estamos orgullosos de conectarnos con Usted,

independientemente del lugar que se encuentre.

¡Le deseamos que disfrute de nuestros artículos y pase un

                                     maravilloso momento junto a nosotros!

***

Por Henrik Hernández, machete en mano y teclado encendido

En una esquina tranquila de Estocolmo, donde la gente pasea en bicicleta, los abuelos acarician a sus perros y los estudiantes sueñan con sus vacaciones en Canarias, ocurre algo digno de una película de Almodóvar… pero sin el presupuesto ni el talento: una mini troupé de “protestantes” anti-Cuba se reúne periódicamente a dar lo que podría describirse —si uno es generoso— como una performance política. Aunque, en verdad, es más bien un sketch cómico mal ensayado.

Allí están, con sus pancartas recicladas del 2010 y sus consignas cortadas y pegadas de titulares de Miami, intentando convencer a los suecos —público difícil, por cierto— de que representan “la resistencia cubana”. Pero claro, entre gritos de "Abajo el comunismo" y frases copypasteadas, no falta el momentazo en que alguien, muy serio, lanza un “¡Patria y Vida!”… usando el tono exacto con que Fidel solía decirlo. ¿Coincidencia? No lo creo. ¿Fidelistas disfrazados? Probablemente.

Lo más pintoresco del acto no son sus lemas vacíos ni sus banderas desteñidas, sino el guion delirante que siguen: convencer a la opinión pública sueca de que Cuba necesita… ¡una intervención militar! Sí, leyeron bien. En pleno siglo XXI, y en uno de los países más pacifistas del mundo, estos personajes piden bombardeos como quien pide un café con leche. Eso sí, sin espuma.

¿Y quién los dirige desde la distancia? Pues la franquicia de siempre: los “directores” de la tragicomedia cubano-americana en Miami. Esa mafia del Versace y la croqueta, que sueña con volver a 1958, pero con WiFi.

Su estilo es tan sobreactuado que haría sonrojar a cualquier estudiante de primer año en una escuela de teatro. Exageran tanto que hasta un mimo les diría “¡bájenle dos rayitas!”. Uno espera en cualquier momento que suene una trompeta circense y salga un payaso con nariz roja a darles la entrada.

Mientras tanto, en Cuba, el verdadero drama lo vive el pueblo: apagones, escasez, un bloqueo que asfixia cada rincón de la isla… Y estos “actores de la libertad” pidiendo más bloqueo, más castigo, más intervención. Son como médicos que recomiendan fiebre para curar la gripe.

Lo cierto es que sus espectáculos ya no engañan a nadie. Ni siquiera al perro que siempre pasa y les ladra. Ya es hora de que recojan sus pancartas, guarden sus disfraces de patriotas de cartón y se vayan a casa. Antes de que alguien confunda su show con una feria de calle y les tire monedas… por lástima.

*****

Estimado lector, gracias por tu interés en mi artículo.

Si estás interesado en estos temas, suscríbete a  tocororocubano.com,  para no perderte las siguientes publicaciones. Apóyanos "votando a favor" y dejando tus comentarios.

Si encontraste útil este artículo, te invitamos a compartirlo con otros para que más personas conozcan mejor al Tocororo Cubano y sus narraciones sobre Cuba.

Copyright © Henrik Hernandez 2025

La redacción e investigación de este artículo han contado con la asistencia de inteligencia artificial, utilizada desde julio de 2024.

#cuba #tocororocubano #humorconmachete