ASTINOR, continuidad productiva y reconstrucción posible

Un proyecto real, pero con historia previa

En los últimos días ha circulado en redes un mensaje que presenta a ASTINOR como ejecutora del “mayor proyecto inversionista de su historia”, centrado en la construcción de doce embarcaciones pesqueras en plástico reforzado con fibra de vidrio, junto a un programa de reparación de cientos de barcos paralizados. El mensaje no es falso, pero requiere contexto, escala y memoria histórica para ser comprendido con rigor.

Lo primero que debe decirse con claridad es que este proyecto no nace ahora. La inversión y los trabajos asociados comienzan en 2021, en un contexto de contracción económica extrema, agravada por el bloqueo, la pandemia y la ruptura de cadenas logísticas. Lo que hoy se presenta como “novedad” es, en realidad, la comunicación acumulada de un proceso largo, lento y sostenido, ejecutado en condiciones adversas.

Doce embarcaciones nuevas: alcance y límites reales

Dicho esto, también es justo reconocer que, a escala de ASTINOR, la construcción seriada de doce embarcaciones nuevas en PRFV sí constituye un esfuerzo inversionista relevante. No se trata solo de fabricar cascos, sino de crear moldes, asegurar resinas, capacitar personal y mantener una continuidad productiva mínima. Eso es trabajo real, realizado por técnicos y obreros cubanos, y merece reconocimiento.

El problema aparece cuando ese esfuerzo legítimo se presenta como salto estructural. No lo es. Doce embarcaciones nuevas, incluso sumadas a la reparación gradual de parte de una flota envejecida, no transforman el sistema pesquero nacional. En el mejor de los casos, contienen el deterioro, evitan una pérdida mayor de capacidades y mantienen vivo un saber técnico que, de desaparecer, sería muy difícil de recuperar.

Memoria industrial: cuando Cuba sí tuvo una política naval articulada

Aquí conviene recordar algo que Cuba ya vivió. Durante las décadas de 1970 y 1980, el país sí contó con una industria naval y auxiliar articulada, capaz de construir, reparar y mantener flotas pesqueras y de cabotaje con planificación nacional, encadenamiento industrial y formación técnica sistemática. Recordar esa experiencia no es nostalgia ni idealización, sino memoria material: Cuba sabe hacerlo, porque ya lo hizo.

¿Qué se puede hacer en las condiciones actuales del país?

La pregunta, entonces, no es si ASTINOR “triunfa” o “fracasa”, sino qué se puede y qué se debe hacer hoy, en las condiciones reales del país. Y ahí el camino no pasa por grandilocuencias, sino por decisiones sobrias y planificadas.

En primer lugar, dejar de presentar esfuerzos de resistencia como desarrollo pleno. Resistir es necesario; desarrollarse es otra cosa. Confundir ambas cosas solo genera frustración futura. En segundo lugar, pensar la industria naval como sistema, aunque sea mínimo: estandarizar dos o tres modelos de embarcaciones en PRFV, adaptados a motores disponibles, con mantenimiento local y destinados a pesca costera y servicios esenciales. No para competir, sino para garantizar soberanía funcional.

Reparar no es desarrollar: la flota envejecida como desafío estructural

En cuanto a la reparación de embarcaciones paralizadas, el criterio debe ser selectivo y racional. Reparar “200 barcos” solo tiene sentido si se prioriza impacto productivo, viabilidad técnica y costo real. Reparar por reparar, sin dirección, consume recursos escasos y no resuelve nada. La planificación socialista no consiste en sumar cifras, sino en decidir bien qué vale la pena salvar.

ASTINOR como punto de apoyo, no como relato triunfalista

Visto así, ASTINOR no es un símbolo de “recuperación milagrosa”, pero sí puede ser un punto de apoyo. Un nodo desde el cual reconstruir, paso a paso, una capacidad estratégica modesta pero coherente. No como propaganda, sino como política industrial honesta.

En las condiciones actuales de Cuba, avanzar no significa prometer saltos imposibles, sino reconstruir con paciencia capacidades que el país ya tuvo y nunca debió perder. Reconocer los límites no debilita la Revolución; al contrario, la protege de la retórica vacía y la ancla en la realidad material.

Un análisis completo de este tipo de proyectos exigiría además cruzar los resultados productivos con indicadores económicos concretos: costos unitarios de construcción en PRFV frente a la importación, proporción real de la demanda nacional cubierta y retorno de la inversión, no solo en términos monetarios, sino en capacidad pesquera efectivamente recuperada. Contar con estos datos —que deberían ser públicos y evaluables— permitiría avanzar hacia una planificación socialista más racional, donde el capital escaso se asigne no solo para resistir, sino para maximizar impacto productivo y social.

Glosario de términos clave:

ASTINOR (Astillero del Norte de Oriente):

Entidad estatal cubana dedicada a la construcción y reparación naval, con sede en Gibara, provincia de Holguín. Su actividad principal se centra en embarcaciones pesqueras y servicios de mantenimiento naval.

PRFV (Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio):

Material compuesto ampliamente utilizado en la construcción naval ligera y media. Ofrece resistencia a la corrosión, menor peso que el acero y costos de mantenimiento relativamente bajos, aunque no constituye una tecnología nueva.

Reparación naval:

Conjunto de intervenciones técnicas destinadas a prolongar la vida útil de una embarcación existente. Puede ir desde trabajos parciales (casco, sellado, pintura) hasta reparaciones estructurales mayores, sin implicar necesariamente modernización integral.

Flota paralizada:

Conjunto de embarcaciones fuera de servicio por causas técnicas, económicas o logísticas. En el contexto cubano, responde a décadas de envejecimiento, falta de repuestos, combustible y ciclos de mantenimiento incompletos.

Planificación industrial:

Proceso mediante el cual se definen prioridades productivas, asignación de recursos y encadenamientos sectoriales con criterios de impacto social y sostenibilidad, más allá de la simple ejecución de proyectos aislados.

Resistencia productiva:

Estrategia orientada a preservar capacidades mínimas de funcionamiento bajo condiciones adversas. No equivale a desarrollo estructural, pero puede evitar pérdidas irreversibles de conocimiento y medios productivos.

Fuentes consultadas:

Agenda Económica. (2025, 23 de diciembre). Más allá de barcos: ¿En qué consiste la diversidad productiva del astillero Alcides Pino en Gibara? Cubadebate.
http://agendaeconomica.cubadebate.cu/mas-alla-de-barcos-en-que-consiste-la-diversidad-productiva-del-astillero-alcides-pino-en-gibara/

CNC TV Granma. (2023, 20 de octubre). Garantizan en Granma construcción y recuperación de la flota naval del país. https://www.cnctvgranma.cu/20/10/2023/granma/garantizan-en-granma-construccion-y-recuperacion-de-la-flota-naval-del-pais/

CONAVRE. (2025, abril). ¿Por qué elegir fibra de vidrio en la construcción de embarcaciones? https://www.conavre.com/blog/porque-fibra-vidrio-construccion-naval.html

Hernandez, H. (2025, 2 de noviembre). Astilleros bajo asedio: Cómo el bloqueo limita la soberanía naval de Cuba. Tocororo Cubano. https://tocororocubano.com/astilleros-bajo-asedio-como-el-bloqueo-limita-la-soberania-naval-de-cuba/

Hernandez, H. (2024, 3 de diciembre). Pesca y acuicultura en Cuba: Retos y el impacto del bloqueo. Tocororo Cubano. https://tocororocubano.com/pesca-y-acuicultura-en-cuba-retos-y-el-impacto-del-bloqueo/

Oliva Ferrales, M. (2023, 3 de mayo). Construyen embarcaciones de mediano porte para la flota pesquera cubana. Granma. https://www.granma.cu/cuba/2023-05-03/construyen-embarcaciones-de-mediano-porte-para-la-flota-pesquera-cubana-03-05-2023-22-05-45

(Nota editorial honesta: las fuentes periodísticas cubanas abordan estos procesos de forma fragmentaria; no existe un documento público único que sintetice integralmente la política naval actual, lo cual también es parte del problema analizado en el artículo.)

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Por Henrik Hernandez - Tocororo Cubano

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