América Latina y el espejo roto del progresismo (Parte III)

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Por Henrik Hernandez

Reconstruir la solidaridad: entre la autocrítica y la coherencia

“No hay revolución sin contradicciones. Pero tampoco hay esperanza sin coherencia.”

Introducción: más allá de la denuncia

Después de la crítica, el compromiso. Tras exponer cómo el progresismo latinoamericano ha abandonado a Cuba (Parte I y II), surge una pregunta urgente: ¿cómo se reconstruye hoy una solidaridad real? ¿Qué tipo de apoyo necesita Cuba, sin caer en dogmas ni nostalgias?

En tiempos donde hasta la izquierda teme parecer demasiado radical, defender a Cuba sigue siendo un acto de valentía. Pero esa defensa necesita formas nuevas: honestas, eficaces, creativas.

Autocrítica sin rendición

Reconocer errores internos no significa entregarse al discurso enemigo. Cuba enfrenta dificultades: gestión económica deficiente, burocracia paralizante, emigración de jóvenes, pérdida de motivaciones. Pero estas deben verse dentro de un contexto brutal: el bloqueo económico más largo de la historia moderna, y una guerra de desgaste que apunta a provocar el colapso desde adentro.

No es la crítica lo que debilita la Revolución, sino la crítica sin amor, sin contexto y sin alternativa.

La autocrítica válida nace desde la lealtad revolucionaria, no desde el desprecio de quienes nunca han roto con el sistema capitalista.

Solidaridad activa, no declarativa

Muchos gobiernos y líderes progresistas han limitado su "solidaridad" a gestos diplomáticos o menciones formales. Pero cuando llegaron las votaciones en la OEA o las presiones de EE.UU., callaron o se abstuvieron. ¿Dónde estaban cuando EE.UU. reforzó sanciones en plena pandemia? ¿Dónde cuando se acusó a Cuba de ser una amenaza regional?

Frente a eso, proponemos solidaridad activa y popular:

Crear redes de medios alternativos que desmantelen la guerra mediática anticubana.

Promover intercambios culturales, científicos y comunitarios con Cuba desde movimientos sociales.

Fomentar brigadas de solidaridad críticas, que visiten Cuba, trabajen con su gente y aprendan con humildad.

Defender a Cuba con claridad en foros internacionales. No con eufemismos, sino con valentía.

Ejemplo a seguir: la resistencia de movimientos como el MST (Brasil) o la Red en Defensa de la Humanidad, que han defendido a Cuba sin matices ni excusas.

El miedo del progresismo: ¿a qué le temen?

No todos los gobiernos progresistas son iguales. Pero incluso los más afines (AMLO, Petro, Lula) aplican un cálculo de conveniencia. No quieren irritar a Washington. Temen parecer “demasiado cubanos”. En parte por miedo a sanciones. En parte, por miedo a perder apoyo entre sectores medios.

Pero el internacionalismo no se mide por encuestas, sino por principios. Quien acompaña a Cuba solo cuando conviene, no está con Cuba.

Cuba no necesita condescendencia, sino respeto

El error más común del progresismo es tratar a Cuba como una reliquia, un “ejemplo respetable pero superado”. Es una visión superficial.

Cuba sigue siendo el experimento socialista más longevo y resistente de América Latina. No por terquedad, sino por convicción. Mientras muchos gobiernos giran según el viento, Cuba ha mantenido una dignidad inquebrantable.

¿Es perfecta? No.
¿Es valiente? Siempre.
¿Está sola? Demasiado.

Propuesta: Red Latinoamericana de Solidaridad Crítica

Es hora de pasar del diagnóstico a la organización. Una nueva Red de Solidaridad Crítica debe surgir desde la base, con cinco pilares:

Autonomía popular: No dependiente de partidos ni Estados. Su fuerza vendrá de la sociedad civil organizada, sindicatos, artistas, universidades, cooperativas.

Pluralidad ideológica: Que una a marxistas, cristianos de base, ecologistas, feministas, anticolonialistas, etc. No se trata de pensar igual, sino de compartir un principio: la soberanía de los pueblos frente al imperialismo.

Formación política y cultural: Crear escuelas de pensamiento emancipador y espacios de intercambio con Cuba.

Articulación con luchas globales: Palestina, el Sahara Occidental, Venezuela, Haití. La causa cubana no está sola.

Financiamiento cooperativo: A través de campañas, contribuciones voluntarias, autogestión. Lejos de ONGs coloniales o de la institucionalidad vacía.

Este tipo de red ya ha tenido antecedentes: el ALBA cultural, las brigadas Venceremos, la solidaridad internacionalista en los años 80. Solo hay que adaptarlos al siglo XXI.

Testimonios que inspiran

Miles de médicos cubanos salvaron vidas en América Latina y África. Miles de jóvenes estudiaron gratis en Cuba. Pero, ¿cuántos gobiernos han defendido a Cuba cuando fue acusada sin pruebas?

La Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), y los intercambios culturales son ejemplos de lo que Cuba ha dado sin pedir nada a cambio.

¿No merece entonces una solidaridad más digna?

Conclusión: Coherencia o complicidad

No basta con palabras bonitas ni con fotos de archivo. Cuba no necesita aplausos vacíos, sino acciones valientes. Y necesita aliados que no teman decir: defender a Cuba es defender lo mejor de América Latina.

La neutralidad en tiempos de agresión no es prudencia: es complicidad.

Y la solidaridad sin coherencia es apenas otro reflejo roto del espejo del progresismo.

Glosario:

Autocrítica: Proceso de análisis y reconocimiento de errores propios, sin renunciar a los principios fundamentales del proyecto que se defiende.

Bloqueo: Política agresiva e ilegal de Estados Unidos contra Cuba, que incluye sanciones económicas, financieras y comerciales para asfixiar su desarrollo.

Coherencia: Correspondencia entre el discurso y la acción; en este caso, entre los principios progresistas y la defensa real de procesos soberanos como el cubano.

Internacionalismo: Principio que promueve la unidad, cooperación y solidaridad entre los pueblos frente a las formas de dominación imperial.

Neutralidad cómplice: Postura pasiva o ambigua frente a situaciones de injusticia, que en la práctica favorece al agresor.

Progresismo: Corriente política que busca cambios sociales dentro del capitalismo, a menudo evitando rupturas profundas con las estructuras de poder.

Red de Solidaridad Crítica: Propuesta de articulación popular e internacionalista, no partidista, que defienda activamente a Cuba desde el respeto, la acción concreta y la pluralidad.

Solidaridad activa: Apoyo que se traduce en hechos concretos, acciones sostenidas y compromisos tangibles, más allá de gestos simbólicos.

Solidaridad ritual: Expresiones repetitivas, simbólicas y carentes de contenido real, comunes en ciertos sectores del progresismo frente a Cuba.